03 diciembre 2007

LA ALIANZA DE CLASES NO EXCLUYE LUCHAS

CUANDO HAY ALPARGATAS, LIBROS, SI.
La base de la Justicia Social







Sin lugar a dudas y tal como paso con Rosas, el Caudillismo, el yrigoyenismo, el periodo 73-76 cualquiera sea su denominación política. Los modelos nacionales resultaron de una confrontación de un encuentro entre las clases elitistas y aquellas que creían que el malon, el gauchaje, o el pobrerío o el pueblo, no constituían realmente una obstrucción en el poder. Recuerdo en este punto la critica de Borges al más impresionante poema nacional que es el Martín Fierro, y que comienza:

Aquí me pongo a cantar
Al compás de la vigüela

Borges decía que gaucho de época se le hubiera ocurrido llamar a la guitarra: vigüela.
Y no era ni más ni menos que don José Hernández no era por pertenencia un gaucho, sino más bien de la clase culta, ello no le impidió pintar las costumbres camperas y la situación del gaucho en los fortines, el azar, la justicia y la sabiduría del viejo Vizcacha.
Cosa si que le horrorizo a Borges mas preocupado por la valentía de los cuchilleros de las orillas de los barrios de la nueva Urbe.

El peronismo es una alianza de clases, ineludiblemente, que no tiene parangón en la historia del mundo. Que no nace como expresión político partidaria, sino como un Movimiento Nacional Transformador, con identidad propia. Al punto, que a los mas rabiosos antiperonistas actuales les da lo mismo llamar peronistas, justicialistas, frente para la victoria, kichneristas, menemistas, salvo los matices de pelaje a sus integrantes.
Y confuso es el origen de su discurso, aunque es clara su idea de nacer de una alianza de clases. Aunque ahora es un desbarajuste total, inclusive a los sectores más bajos de esa alianza que siempre fueron a la vanguardia del cambio, del discurso y a la cola del beneficio, salvo un momento muy especial de la historia, donde Movimiento y Liderazgo tenían un solo sello.

La década del setenta hubiera sido imposible ser pensada si no hubiera habido un cortejo entre el General Perón, las viejas estructuras sindicales y los Jóvenes de la Clase Media, sean de izquierda o de derecha. Promovió este encuentro movilizaciones que animaron la política de ese entonces ante partidos políticos casi amodorrados por el onganiato. Y que el militarismo dominante en la época buscaba su salida en la creación de un partido cuasi militar para que la representación social sea completa (según su entender). Esta ilusión de la cual Lanusse era su impulsor con Ezequiel Martinez fue la que se diluyo con la elección de Campora Solano Lima, bajo la proscripción de Perón.
Estos apuntes sirven para repensar como son las bases de una nueva alianza de Clases.
No puede haber un lenguaje sincero en un discurso político, sin un resultado concreto, no que se exprese en la gestión, sino que se exprese en la realización ultima de la felicidad del pueblo. No hablamos de un ejercicio concreto de eficiencia. Sino un ejercicio concreto de mejorar, calidad de vida y condiciones de vida. Conceptos hoy divorciados. Un buen salario no asegura mejor vida, quizás nos enajene más. Como es imposible asegurarse una mejor calidad de vida sin plantearse ser casi un anacoreta.
Toda alianza de clases debe tomarse a partir de un hecho concreto, ¿Como participan efectivamente esos grupos?. El cercenamiento de la participación y el miedo, achican la energía de un eventual liderazgo, o mejor dicho, desnudan la incapacidad concreta de un liderazgo completo.

1 comentario:

Rafa dijo...

Hard:
No se me ocurre nada compañero, simplemente un aplauso, y que me gustaría ver esto escrito en letras de molde.

Un abrazo.