06 julio 2007

DOS AÑOS DESPUES. UNA BUENA FORMA DE VER EL PRESENTE DESDE LAS VISIONES DEL PASADO.

DEBATE
Otro error más de Bush
Zbigniew Brzezinski. Ex asesor de seguridad nacional del presidente Carter.


Debería ser motivo de especial preocupación para los estadounidenses que hasta países que se caracterizaban por su tradicional amistad con los Estados Unidos se hayan vuelto abiertamente críticos respecto de su política. El distanciamiento geopolítico de los EE.UU. podría convertirse en una realidad amenazadora y persistente.Esa tendencia beneficiaría sobre todo a los enemigos históricos o a los futuros rivales de los Estados Unidos. Rusia y China aguardan y sonríen ante la ineptitud estadounidense. A Rusia le complace que la hostilidad musulmana se desplace de sí hacia los Estados Unidos a pesar de los crímenes que cometió en Afganistán y en Chechenia, y ansía atraer a los Estados Unidos a una alianza antiislámica. China sigue el consejo de su gurú estratégico, Sun Tzu, que le enseñó que la mejor forma de ganar es dejar que el rival se autoderrote.En los últimos cuatro años, el equipo de Bush se dedicó a socavar el aparente lugar seguro que ocupaban los Estados Unidos en la cima del mundo al transformar un desafío manejable —si bien serio— de origen mayoritariamente local en una debacle internacional. Sin duda, como los Estados Unidos son un país rico y poderoso, pueden darse el lujo, si bien sólo por un tiempo, de tener una política articulada con excesos retóricos e instrumentada con ceguera política. En el proceso, sin embargo, es probable que los EE.UU. queden aislados en un mundo hostil, que se vuelvan cada vez más vulnerables a atentados terroristas y cada vez menos capaces de ejercer una influencia global constructiva.Pero todavía es posible corregir el rumbo, mediante una iniciativa modesta y sensata del presidente de comprometer a los legisladores demócratas en un serio esfuerzo por crear una política exterior bipartidaria para un país que está cada vez más dividido. Esta iniciativa no sólo facilitaría la tarea de bajar el perfil de una definición de éxito en Irak, sino que hasta podría permitir una retirada el año próximo.Si contamos con una política exterior bipartidaria y con el apoyo de Irak, también será más fácil elaborar una política regional más amplia que se concentre de forma constructiva en Irán y en el proceso de paz palestino-israelí, al tiempo que se restablece la legitimidad del papel global de los Estados Unidos.


Copyright Clarín y Globalviewpoint, 2005. Traducción de Joaquín Ibarburu.

1 comentario:

MM dijo...

Te imaginás, Hard, la retirada?

Saigón va a parecer un cumpleaños de 15.

400 mil tipos arrinconados en una playa (otra que Dunkerke).

Y lo que vendría después peor. 15 fracciones matándose a tiros para controlar el país.

Al menos detrás del Tío Ho había un Estado organizado como tal que vendría a ocuparse. Acá: la nada.