Neo-Neoliberalismo para un nuevo “Modelo económico acumulativo, diversificado y de inclusión social" en suma, minga para vos....:
–¿Considera que los aumentos salariales son inflacionarios, cómo se planteó en algún momento?
–También en algún momento histórico se planteó que era necesario fragmentar el pago de los aguinaldos o se postuló la flexibilización laboral. Siempre han existido intereses concretos o visiones ideológicas que han hecho de la variable salarial o de la legislación laboral un instrumento de presión. Los incrementos de sueldos de ninguna manera son inflacionarios. Son un factor central para el crecimiento. Cuando la política salarial se aplica de manera consistente se garantiza el crecimiento económico, como hemos visto los últimos años. La inflación surge de decisiones inconsistentes, pero culpar a la política salarial de inflacionaria es una visión ideológica para generar presión a la baja en las negociaciones salariales. Lo importante es encontrar un equilibrio entre la competitividad de los sectores y el factor fundamental del desarrollo económico, que es un mercado interno sólido y dinámico. El mercado interno es el pilar del desarrollo económico, que luego se acompaña por la dinámica de las exportaciones. Hay que preservar la recuperación de la masa salarial por mayor empleo y recuperación del poder adquisitivo. Por eso la importancia de las políticas activas que permitan que la discusión de la competitividad no se dé en base a la discusión salarial. El esfuerzo que hace el Estado con sus políticas de promoción de los sectores, de un tipo de cambio competitivo, debe ser complementado por las empresas en el interior de sus compañías.
–¿Los aumentos salariales se tienen que dar en función de la productividad?
–Es un parámetro. Pero hay que tener en cuenta la productividad y una recuperación del poder adquisitivo adicional.
–Es decir que no se debe limitar a la productividad.
–A mi entender existe margen para ir más allá de la productividad. La política salarial tiene que priorizar la recuperación del mercado interno, que a su vez garantiza demanda para las empresas y es un factor fundamental para que puedan tener rentabilidad. El Gobierno demostró una enorme consistencia para garantizar el equilibrio general de la economía, respetando aquellos objetivos centrales.
–¿El salario debe tener una mayor participación en la distribución de la renta nacional?
–Por supuesto. Ese es el camino y es el objetivo de la política económica. Y eso va de la mano del éxito y de la rentabilidad de las empresas. En términos absolutos ganan todos.
–También en algún momento histórico se planteó que era necesario fragmentar el pago de los aguinaldos o se postuló la flexibilización laboral. Siempre han existido intereses concretos o visiones ideológicas que han hecho de la variable salarial o de la legislación laboral un instrumento de presión. Los incrementos de sueldos de ninguna manera son inflacionarios. Son un factor central para el crecimiento. Cuando la política salarial se aplica de manera consistente se garantiza el crecimiento económico, como hemos visto los últimos años. La inflación surge de decisiones inconsistentes, pero culpar a la política salarial de inflacionaria es una visión ideológica para generar presión a la baja en las negociaciones salariales. Lo importante es encontrar un equilibrio entre la competitividad de los sectores y el factor fundamental del desarrollo económico, que es un mercado interno sólido y dinámico. El mercado interno es el pilar del desarrollo económico, que luego se acompaña por la dinámica de las exportaciones. Hay que preservar la recuperación de la masa salarial por mayor empleo y recuperación del poder adquisitivo. Por eso la importancia de las políticas activas que permitan que la discusión de la competitividad no se dé en base a la discusión salarial. El esfuerzo que hace el Estado con sus políticas de promoción de los sectores, de un tipo de cambio competitivo, debe ser complementado por las empresas en el interior de sus compañías.
–¿Los aumentos salariales se tienen que dar en función de la productividad?
–Es un parámetro. Pero hay que tener en cuenta la productividad y una recuperación del poder adquisitivo adicional.
–Es decir que no se debe limitar a la productividad.
–A mi entender existe margen para ir más allá de la productividad. La política salarial tiene que priorizar la recuperación del mercado interno, que a su vez garantiza demanda para las empresas y es un factor fundamental para que puedan tener rentabilidad. El Gobierno demostró una enorme consistencia para garantizar el equilibrio general de la economía, respetando aquellos objetivos centrales.
–¿El salario debe tener una mayor participación en la distribución de la renta nacional?
–Por supuesto. Ese es el camino y es el objetivo de la política económica. Y eso va de la mano del éxito y de la rentabilidad de las empresas. En términos absolutos ganan todos.
FUENTE: ENTREVISTA PAJA12
LA PREGUNTA PEIRANO, ¿ES COMO?, SI NO SOS PURO PIRI PI PI.
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