31 julio 2007

COMO SI FUERA HOY

FANTASIAS DE UN CUENTO DE LA NOCHE EN VELA




El petiso era un laburante que había llegado a Secretario General de su gremio luego de haberse comido, desde la resistencia, toda la cana posible por el CONINTES en Sierra Chica. Apoyo la CGT RA porque muchos de sus compañeros estaban concientes que esa era la doctrinariamente el lugar. El era un pendejo que lo sorprendió el 17 de Octubre trabajando en una gran fábrica de vidrios en Berazategui. El tenía una casita en Tolosa porque era peronista. De una familia humilde del interior de la provincia de Buenos Aires. No había podido hacer la primaria, apenas leía, había conseguido movilidad social por el peronismo. Amante de Darienzo y Echagüe no había mucho mas para él que un solo destino: la causa del General, desde su muerte creía que muchos como él debían seguir su derrotero. Así vivió y así murió. Apoyo al gobierno de Isabel, discutió el convenio del 75 con los topes salariales que le imponía la UOM, resistió en embate de los trabajadores que tendían a desencuadrase y rebelarse contra el rodrigazo y busco apoyo entre los compañeros de las 62 para que los precios no se dispararan dando información a Consejo del Salario de los Movimientos de precios que se registraban en su actividad que los trabajadores le traían día a día. En la relación con las cámaras patronales, la inflación, el agio y el desabastecimiento lo habían casi convencido, de que tirar mas la cuerda seria nefasto para los trabajadores y estaba en un marco, donde no queriendo ser amarillo debía buscar un equilibrio entre el discurso de los empresarios de la Argentina Potencia y la justicia distributiva que pedían los trabajadores diezmados por la política salarial del gobierno. El sindicato era pobre, la obra social era pobre. Las posibilidades en lo inmediato eran escasas y los márgenes operativos de acuerdo con la patronal para destrabar la cosa impensables en el discurso del momento. Y paso lo que tenia que pasar: El golpe militar. El petiso anduvo como una semana desaparecido, me llamaba por teléfono e hizo algunos contactos, supimos que el gremio no iba a ser intervenido por la escasa magnitud del mismo, como otros tantos en esa época. Poco a poco fuimos entrando y tratando de retomar, hasta donde se podía y con las nuevas reglas, la actividad normal. Aunque más no sea la de la obra social, ya que no por el golpe los compañeros dejaban de demandar servicios de salud. Fue así, que en menos de un mes y ya instalado Martínez de Hoz en el Ministerio de Economía cayo la primera recaudación. El petiso le había pedido al empleado de tesorería que pidiera el saldo de la cuenta de Obra Social y cuando se la trajo casi se desmaya. En la puta vida, jamás había entrado tanta plata en el banco. Los otrora amigos de la cámara no nos estaban apoyando a nosotros estaban apoyando a su amigo Joe y por rebalse a las Obras Sociales sindicales chicas. La burguesía estaba feliz con sus nuevos aliados.

Para Manolo. Porque el sabe que toda alianza con la burguesía Nacional es solamente un touch and go.

2 comentarios:

manolo dijo...

Hard
Gracias por la dedicatoria inmerecida, el "postre" del post anterior me va a empachar con los datos.
Una pregunta para responder a futuro.
¿Que es un delgado, y que esperan de él los "proletarios"?
¿La Revolucion o la Justicia Social?

Un abrazo

Daniel de Witt dijo...

Muy interesante la historia. Para mí, sin embargo, denota que ningún proceso que pretenda representar a los trabajadores tiene futuro si no es revolucionario.
Y la prueba está que Perón, sin dudas el político más brillante del país en el siglo XX, fue derrocado a pesar de contar con un apoyo mayoritario, y luego fue proscripto 18 años, hasta que su regreso era conveniente para el poder real.
Sin destruir los resortes de poder, no hay manera. Sólo éxitos efímeros, que luego retroceden cuando la reacción asesta el golpe.
Un abrazo, sabiendo que no estarás de acuerdo.