28 julio 2007

EL FIN DEL NACIONALISMO CATOLICO A ULTRANZA.

EL ORIGEN COMUN DE LA VIOLENCIA
DARWIN PASAPONTI
Es interesante descubrir en la búsqueda del devenir del Nacionalismo como que la historia del mismo culminara en la elección del Marcelo Sánchez Sorondo en donde perdiera en balotagge ante el joven dirigente Radical por la Capital Federal en la candidatura a Senador Fernando de la Rua. Con él y con la desaparición del Circulo del Plata y algunos referentes del Ejercito argentino se da por cerrada la historia, por un lado y el devenir de esas ideas por el otro. Por lo tanto, el nacionalismo del Circulo del Plata esta mas ligado a apellido Abal Medina que se confunde en el albor de los montoneros, con el asesinato de Aramburu y llega hasta nuestros días, en la figura de Juan Manuel que fuera Secretario Político del Partido Justicialista e integrante de la generación setentista, que tal como le llama bien el Senador Terragno, nos referimos a aquel grupo de apoyo a la gestión del Presidente Héctor Campora.
No menos interesante, es que la idea de tradicionalismo no es la idea de cosa anquilosada y que en el mejor de los casos es un pensamiento vivo que se recrea y da nuevas ideas.
Obviamente el escenario Mundial no se compadece con el escenario que los viera surgir, por ende las respuestas serán diferentes, pero no parece que en si mismo el nacionalismo argentino sea una fuerza, inexistente, suprimida o derrotada. En todos casos como corresponde a la época es gregaria, ya que no escapa al común denominador de la idea de globalización y destrucción de la política argentina. Pero llegar a la afirmación de que con Marcelo Sánchez Sorondo se termina el último intelectual del Nacionalismo Argentino de rigor es desconocer a ciencia cierta como evoluciono el nacionalismo.
No tengo ninguna objeción al pensamiento de Beraza ni a lo que el expresa en su libro, de magnifica factura y de lectura sencilla. Lineal y hasta amable. Lo que si me parece interesante es su aporte a una comprensión de un aspecto del nacionalismo, que en realidad era el porteño, que tal cual es la estructura social de nuestro país, es verdaderamente un polo de atracción interesante también debo reconocer que he ahí un error histórico, ya que si bien el escenario donde todas las ideas y confrontaciones se llevan a cabo toman como pie a Buenos Aires, muchas de ellas se gestan en el interior, mas proclive desde la paz provinciana, a la reflexión y al estudio.
La Plata, no fue un Monasterio Trapense, pero en suma, fue un lugar donde en esa década, el debate ideológico y las condiciones sociales de la clase media, le permitieron desarrollar a cada sector la semilla de la historia que se escribiría después.


1 comentario:

Mariano T. dijo...

No los vamos a extrañar.