Cualquiera sean los resultados del día domingo las cartas están a la vista. Haya o no haya ballotage, se entronice después o no el candidato del presidente en el gobierno, sabemos que el Presidente ha tenido que poner toda la artillería para defender a su títere, lo cual convertiría la victoria, no como en el caso de Duhalde en una victoria, sino en una victoria a lo Pirro. El escenario le es indócil por el grado de agresión que le pone a sus respuestas, Río Gallegos es tan lejano para todos los argentinos, inclusive a él. La imagen de su mujer, tiende a ser la imagen de un clon berreta más que de la constructora de una nueva política, más bien es un resumen para copiarse en el examen, tratando de repasar aquellas cosas que uno se olvido en ese que reprobó. Jamás un análisis estratégico de aquellas cosas en las cuales debo rectificar. Si fuera su conducta parte de un análisis terapéutico se podría decir que ambos son unos inmaduros. Culpas de los otros, incapacidad de introspección y modificación del error, persistencia en ellos. La decadencia de la corta y nueva era victoriana empezó, sobre todos para aquellos que aun creen que esta mala copia de político, es peronista, El y su clon Cristina, están agotados y solo puede su mujer construir política desde el silencio, el viejo artilugio de callarse la boca para ver que opina cada vez que habla, como si en realidad tuviera algo que decir nuevo sobre todo esto, de lo cual es cómplice y co-conductora. La gangrena les empezó, debe ser difícil decir el momento de su propia amputación.
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