PERON VENCE

LO QUE VIENE , LO QUE VIENE

Contracara de la realidad y el Segundo Revisionismo Histórico

Charlando unos años antes de morir con Envar EL Kadri quien era mayor que yo, pero que milito en la política en Capital, aun siendo oriundo de Río Cuarto, me decía que había habido dos resistencias peronistas, quizás una más gloriosa que la otra. Pero lamentablemente a la primera no la habían escrito. En cambio a la segunda si. Desgraciadamente, aun siendo siete años mayor que yo, mi militancia en el peronismo de La Plata se vinculo a la resistencia peronista, sobre todo, con aquellos que habían tomado el Regimiento 7 de Infantería. (El otro día, me hablaba Manolo, del Flaco Durruty, de Avellaneda) él se había quedado con la junta promotora del partido cuando todos pensaban que el peronismo iba a ser proscrito en la provincia de Buenos Aires en 1962. Solo un hombre de acción como el y en la casi clandestinidad, podía hacerse cargo del paquete, cuando Perón decide postular la Formula Framini- Anglada, Durruty es llamado a Madrid, donde Perón lo retiene con sus mañas. Cuento esto, porque, parece que la historia oficial contemporánea, habla de que la lucha por devolver a Perón al poder si iniciara con Taco Ralo o Uturuncos. Cuando ha habido gestas y acciones de importancia anteriores. Pero que los historiadores de los movimientos del odio melancólico-justiciero, no cuentan. Es interesante escuchar hoy cuando los chicos cursan el CBC en la Universidad como la historia oficial les inculca desde la mas tierna infancia como si fuera la historia de Astolfi, quienes fueron los buenos y quienes los malos, dejando de lado y omitiendo hechos y situaciones que deben ser contadas en bien de la verdad histórica.Hago estas reflexiones porque no si cierto asombro, pues ya no da para tanto su osadía, encuentro en un blog un panegírico a un libro de una mujer Ana Longoni, que trata de exculpar a los sobrevivientes de los movimientos sadicoludopatas de eventualmente ser considerados traidores. No solo escriben la historia oficial, sino que como ramas de un árbol enorme les surgen apologétas de sus apostasías

El comentario dice algo así: " Parte desde el análisis de tres novelas: Recuerdo de la muerte, de Miguel Bonasso; Los compañeros, de Rolo Diez y El fin de la historia, de Liliana Heker. Sobre todo en los libros testimoniales novelados por Bonasso y Heker, el aporte a la construcción de ese estigma es notorio; es decir que la sombra de la traición no sólo fue creada por el enemigo, sino asombrosamente sostenida por propios compañeros, quizá con el objetivo de idealizar a los desaparecidos, a modo de contrapeso. Además rastrea el comienzo de la estigmatización en los años previos a la represión, cuando las principales organizaciones armadas rechazaban cualquier tipo de delación, aun cuando la tortura se volviera insostenible. No evaluaban de ningún modo la eficacia del método, más bien cargaban contra la voluntad de la víctima. Longoni dice que intenta aportar a la construcción de "nuevos proyectos emancipatorios", basados en una lectura crítica de la militancia de los ´70, que la idealización no permite cuestionar todavía. Quizá este libro ayude a abrir el debate y quite del camino de los sobrevivientes la sombra de la traición”.

Lo novedoso, es el aporte a “nuevos proyectos emancipatorios” o cuando la democracia no alcanza habría que contestarle.
Ante tanta soberbia de una casta empeñada en ser los escribas del nuevo faraón de la historia. No me caben dudas que le sucederá un Segundo Revisionismo histórico. En algún momento las generaciones futuras se sentirán asqueadas de esta historia repetitiva e incongruente de una generación democrática que no cree en la democracia como alternativa de un cambio. Mas, que la mejor democracia es la que distribuye por el apriete, el escrache o el miedo. Mas, que de fondo, los mismos evangelizadores de televisor de plasma, no creen en la propiedad privada que practican como culto en su Chevrolet Corsa.