CUANDO LA RES COGITANS PIERDE DE VISTA LA RES EXTENSAE (SEGUN RENEE DESCARTES)
No deberia haber argumento que supere el summ (el existo), muerto no sirve, nada ni nadie
Hay una falsa dicotomía entre los derechos humanos de las víctimas y los derechos humanos de los victimarios. Como si en realidad los ancianos que son golpeados y asesinados pertenecieran a la oligarquía o fueran terratenientes. O si un kiosquero del barrio de los Hornos en La Plata, tuviera una cuenta en las Islas Caimán. Cuando uno ve el código Vertbistky en los escritos de los más pobres como víctimas de un sistema carcelario y penitenciario violento y sin códigos en la República Argentina, se da cuenta que es como plantear ponerse del lado del más débil. Porque no es aquí el secuestro de los Born o el de Macri. Aquí hablamos de que se mata lisa y llanamente por dos pesos a las víctimas. Cualquiera que sea el motivo que da origen a la situación histórica que explique la razón de la circunstancia, hay un hecho incontrastable, los delincuentes han perdido el respeto de la vida de sus víctimas potenciales. Fijadas las políticas de mediano y largo plazo, no hay que ponerse a llorar ni a los muertos, ni a los vivos. Simplemente hay que tratar de evitar de que cada uno de nosotros entremos en la estadística de los uno y los otros, de ser víctimas de encarcelación injusta o de ser víctimas de una violencia asesina. Las explicaciones y las fundamentaciones ideológicas han pasado a segundo plano. Ya no son ricos a los que necesitados se los asalta por avatares de una justicia social reprimida. Aquí hay gente que toma el choreo como forma de vida. Aquí hay gente que vive del narcotráfico, como de la docencia univeristaria, como del periodismo o de su trabajo en una empresa. Y ante eso no se hace nada de nada. No puede la retorica de las víctimas del sistema carcelario dejarnos ausentes del reclamo de tener un poco de seguridad, en especial: DERECHO A VIVIR, aun aceptando que el asaltante nos despoje de los bienes. No soy profesor de Derecho Constitucional como Roberto Gargarella que asume esos principios en Pagina12, pero sinceramente, los pobres que son víctimas también tienen derechos, y sus libros y su cultura y su ciencia tendrían que tenerlos en cuenta en sus argumentaciones. El sistema carcelario duele, tanto como la violencia que se ejerce sobre la gente mayor que es asaltada y golpeada sin piedad, algunos hasta el asesinato por no tener nada, la reincidencia en las violaciones por la permisividad de una justicia que tiene el sistema carcelario saturado. La Constitución Nacional no se refiere al derecho de los pobres solamente, se refiere al derecho de todos, en especial al derecho de vivir, como núcleo básico del bien social. Si esta gente lo perdió, cualquiera sea la razón, por imponente que parezca, las letras y argumentaciones devienen ridículas.
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