23 marzo 2009

LA MAQUINA DE APRETAR

LA EXPERIENCIA BOLIVA, VENEZUELA Y ECUADOR PARECERIA INDICAR QUE NO HAY LIMITES.
Hace poco se empezó a distribuir una película de origen Canadiense que cuenta la historia de un soldado del Ejército de Canadá que en una circunstancia heroica salva parte de su regimiento y es herido, lo que le vale su retorno a casa. Pero por circunstancia que narra en la película se ve obligado a retornar al frente en la Primera Guerra Mundial pero enlistado como soldado raso, este es el film Passchendaele (2008), dirigido por Paul Gross. En esta sencilla historia se ven los limites que pueden soportar los hombres que están dentro de una trinchera y la capacidad de aferrarse, antes de cometer actos de heroísmo y osadía, ante el convencimiento mismo de lo inútil de lo inútil que es la imposibilidad de conversar nada. Este dato lo tiro, porque el enrarecimiento del clima interno que hace irrespirable la política del país, no le juega bien a nadie. Ni al propio Néstor Kirchner pretende no alinear a los Pérsico, a los D´Elia, o a los Moyano, o si manda a confrontar a los Medios y a los cortes de rutas por la violencia. Si no puede alinear la tropa, no conduce. Si no conduce deberá íntimamente admitirlo. La dispersión es grande. Pero además, si condujera, y lo permite, ¿hasta donde cree que el pueblo manso pude tolerar la humillación sin comprender que se ha perdido la esperanza de vivir con cierta normalidad? El debe creer que hay límites infinitos en la tolerancia del pueblo manso. Quizás tenga razón y uno sea el equivocado. Esperemos que mi análisis este en un error. Pero la confrontación, la amenaza sea de quien sea, es condicionante del devenir. Gane quien gane, pierda quien pierda. Lo que está claro que se tornara ingobernable en las condiciones de anomia en las que vivimos. Mientras se vive el jaleo de la baja de la pobreza del Indec, de la baja de todo lo que sea índice estadístico, nadie sale a explicar más o menos claramente como tocando el dólar a 3,70 pesos por unidad se ha producido una baja de salarios en términos de moneda constante que ni se explica ni en términos de competitividad, ni en términos de participación de salario anual en el PBI por trabajador proyectado medido en moneda constante. Tampoco, como van a hacer con la renta en dólares de los dólares puestos a trabajar en pesos de los fondos de pensión. Todos hablan de la igualdad mientras vamos camino al asador. Solo el aumento en pesos garantiza el déficit fiscal primario en pesos, pero lo demás, hasta ahí. El aumento de 12 % del dólar en lo que va del mes quizás es una cifra comparable a lo que la oposición le sacara de ventaja en votos a lo que será la victoria de Néstor Kirchner, por lo tanto es aceptable.


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