REFLEXION PARA EL DIVAN
Sentada la hormiga Ocaña en la mesa del programa televisivo Los Tres Poderes con un tiembla peras para justificar lo injustificable: la falta de prevención del “dengue” en Argentina, le dieron espacio para que en su idioma: de que le importa tres bledos que caiga quien caiga ella ira por la transparencia y la anticorrupción. (Quizás tiene razón pero ahora el Dengue es epidemia en varias provincias, inclusive se oculto en Catamarca para que no hubiera conflicto electoral), hasta que Rosin un poco harto de la construcción retorica le pregunto a boca de jarro: ¿entonces si se había trabajado tan bien y si dos meses antes se había estado trabajando en Chacho haciendo campaña de lo que vendría quien fue el responsable allá? Como una fuga de Bach o un trémulo acorde de órgano de Telermann, la hormiga se fue al carajo dando explicaciones inexplicables. Ahí, dije a viva voz, cuánta razón tiene el encuestador al decir que a esta mina habría que correrla a bolsazos por inútil, no ahora, desde que se paso de ARI. Segui en voz alta, dije: es abierta ya la interna que hay entre los hombres del Néstor y de los hombres de Cristina. Ya la lucha no tiene respeto, la quieren hacer pelota a Ocaña, vi en el blog del encuestador como le pega. Sutilmente mi interlocutora, mucho más finamente empapada en estas cuestiones de género, me advirtió: no para nada, quizás Néstor no tenga nada contra Ocaña, a la que quiere hacer mierda es a la mujer. Me quede en silencio. ¿Ante semejante reflexión que podía hacer mi escaso análisis político?.
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