18 septiembre 2007

MANOLERIAS

LA FRASE DE NIETZSCHE «DIOS HA MUERTO»
Martin Heidegger
Traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte en HEIDEGGER, M., Caminos de bosque, Madrid, 1996, pp. 190-240

La siguiente explicación intenta orientar hacia ese lugar desde el que, tal vez, podrá plantearse un día la pregunta por la esencia del nihilismo. La explicación tiene su raíz en un pensamiento que comienza a ganar claridad por primera vez en lo tocante a la posición fundamental de Nietzsche dentro de la historia de la metafísica occidental. La indicación ilumina un estadio de la metafísica occidental que, presumiblemente, es su estadio final, porque en la medida en que con Nietzsche la metafísica se ha privado hasta cierto punto a sí misma de su propia posición esencial, ya no se divisan otras posibilidades para ella. Tras la inversión efectuada por Nietzsche, a la metafísica solo le queda pervertirse y desnaturalizarse. Lo suprasensible se convierte en un producto de lo sensible carente de toda consistencia. Pero, al rebajar de este modo a su opuesto, lo sensible niega su propia esencial la destitución de lo suprasensible también elimina a lo meramente sensible y, con ello, a la diferencia entre ambos. La destitución de los suprasensible termina en un «ni esto... ni aquello» en relación con la distinción entre lo sensible (aÞsyhtñn) y lo no-sensible (nohtñn). La destitución aboca en lo sin-sentido. Pero aún así, sigue siendo el presupuesto impensado e inevitable de los ciegos intentos por escapar a lo carente de sentido por medio de una mera aportación de sentido.....


Mi Blogamigo manolo me hace releer, por eso en "Caminos que no conducen a nada" o " Senderos del montaña" o "Caminos del Bosque" uno puede hallar completa alguna de las reflexiones que él hacia sobre Nietzche y que fundamentalmente no la veo diferente, aunque no conozco todos los matices, a las de Heidegger. El que se prendió con la lectura puede seguir el texto vía el vínculo que lo llevara al libro, que está completo.

1 comentario:

manolo dijo...

Amigo querido
Como el maestro de Friburgo es para masticar detenidamente, lo voy a estudiar el fin de semana.
Te aviso que por las dudas me encomiendo a Pascal.

«El corazón tiene sus razones que la razón desconoce. No sólo con la razón sino también con el corazón, nosotros conocemos la verdad. De este segundo modo conocemos los primeros principios, y el razonamiento, que no tiene nada en común con ellos, intenta combatirlos inútilmente. Su impotencia no debiera servir para otra cosa sino para humillar a la razón, que querría juzgarlo todo, pero que no puede combatir nuestra certeza, como si sólo la razón fuera capaz de proporcionarnos conocimientos.»

«Es menester saber dudar cuando es necesario, estar ciertos cuando es necesario, y someterse cuando es necesario. Quien no lo hace así no comprende la fuerza de la razón. Hay personas que pecan contra estos tres principios: o afirmando todo como demostrable; o dudando de todo porque no saben cuándo es necesario someterse; o sometiéndose en todo por no saber cuándo es necesario juzgar».

«El último paso de la razón es reconocer que hay una infinidad de cosas que la superan. Ella sería sólo debilidad si no lograra ni siquiera reconocer esta verdad. No hay ningún acto tan conforme a la razón como esta desconfianza de la razón.»
http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=217
Un abrazo