LA DOBLE DESAPARICION DE TITO

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

En realidad no era la injusticia del sistema que lo hiciera desaparecer, eran los hombres, blasfemaba un allegado. Aquí no hay dictaduras o democracias que se hagan cargo de la gente que es chupada por un sistema. En realidad, yo confiaba en que en democracia la vida tendría un valor individual, solo tiene recompensa en pesos. Pero igual nadie movió un dedo. Nadie se hace cargo de los que gobiernan que les paso en sus narices. Todos se lamentan como si fuera algo que les paso a los otros. Ellos cuando les va mal gobiernan en el infierno, y cuando les va bien nos muestran el paraíso que lograron. Sus familiares, le pidieron que dejara de hablar, que los iba a escuchar algún funcionario porque había pedido una cita con un jefe de gabinete llamado Gilberto Hernández, Ya que el ya que el presidente Héctor Trichner no estaba, debía inaugurar una planta de botones en Villa Tapioca organizada por las Tías de Plaza de Mayo, a quien los organismos de DDHH le habían donado la maquinaria y habían hecho una cooperativa con el Instituto de Economía Social y Mutual y había conseguido pleno empleo para 8 personas. Sara, la mujer de Tito, se dirigió a Gilberto luego de que este manifestara la profunda solidaridad del gobierno, el respeto a la dignidad de la familia, al esfuerzo que habían puesto de manifiesto, etc., etc. Gilberto era todo un pirotécnico verbal por lo que inútil es describir el panegírico de esos 30 minutos de adulaciones. Sara entonces le pregunto: ¿hicieron algo? Gilberto, retomando la palabra manifestó que todas las fuerzas a disposición del ejecutivo estaban abocadas a la tarea ímproba y nefasta de la búsqueda. Que aun seguían confiando que estaba con vida y quería transmitirle la más honda esperanza…….. Ma si, pensó para adentro Sara, le dio la mano, se abrazo con su hijo y le dijo al allegado, putéalo todo lo que quieras, da igual.