UN POCO DE SUERTE

LOS AÑOS DE FUEGO
La policia de Righi

Veníamos en una Renault 4L Blanca, eran días duros, tendría unos 20 años, yo también era de la resistencia y andaba calzado un viejo Eibar español calibre 38. Entre la indolencia y la falta de conciencia venia escuchando al polaco Goyeneche en un pasa Magazines que habíamos puesto en la renoleta, con los parlantes al mango. Íbamos por la Av. Independencia cuando esta era de doble mano en sentido del bajo hacia la antigua Facultad de Filosofía. No habíamos cruzado ni el gremio de los Rurales ni la Unión Ferroviaria cuando un Ford Falcon se mete delante de nuestro coche y nos hace bajar. Un cana a los gritos me dice, decide que estas calzado y te hago boleta ya. Me cague hasta las patas, pero ni me moví, tenia el chumbo en la cintura y un gabán largo que pasaba la misma. Me pusieron las manos sobre el techo y cuando me iban a empezar a palpar de armas apuntado con una PAM de la vereda de enfrente se cruzan dos muchachos de civil con pinta de canitas,

- no déjenlos, son amigos nuestros.

Chapearon, nos dejaron. Estacionamos el auto y nos metimos en la casa. Era el sindicato de Lecheros. Allí nos recibió un hombre bajito, fumador y con aire de studero. Me miro y me dijo.
-Por suerte que de la ventana te reconocí, vos siempre andas con el Petiso.
-Si, claro.
-Bueno, contesto, tómense, un café y sigan tranquilos.
-bien gracias.
Nos quedamos un rato charlando y nos fuimos. Al salir y ya mas tranquilos, habíamos entrado en ATILRA, Asociación Trabajadores de la Industria Lechera, había conocido a Abelardo Arce. Un participacionista, sin su ayuda, vaya a saber si hoy estaba contando esto.