ESE DIA

LO QUE YO VI

Hoy 25 de mayo hace 34 años que subía el Tío Cámpora, todos se empeñan en recordarlo como hombre bueno y razonable, leal al Gral. Perón e incondicional. No lejano estaba el regreso definitivo a la Patria del 20 de Junio de ese mismo año y los hechos que provocaran su renuncia. Esta claro que lo ocurrido en lo denominado la Masacre de Ezeiza esta dominado por el discurso de época. No son cristalinas las razones ¿porque? la custodia del palco fue encomendada a Osinde y no a Esteban Righi, el hoy procurador de la Nación, que por esas épocas, vinculado a la Juventud Trabajadora Peronista, era Ministro de Interior de Cámpora. No había un solo policía uniformado en los alrededores. Al menos no esta claro quien dio la orden de que solo fuera Osinde el que cuidara el palco donde hablaría el Gral. Perón. Ni queda claro, porque las sospechas que obligaron al desvío de la maquina hacia el aeropuerto de Morón por un posible atentado contra la vida del General, fuera por muchos francamente aceptado. Es de imaginarse una confabulación tan cerrada y temerosa que la historia por años, no ha podido romper el cerco de las confidencias. Righi, no explico esto jamás. Y las peleas posteriores de los proyectos Montoneros, y del Erp contra el proyecto de Perón, marcan a las claras, que mas allá, de la "gesta heroica" de los muchachos revolucionarios, al Líder no lo querían en el mismo. Y que Cámpora por comisión u omisión era un traidor. Y que al General no le tembló la mano ante los hechos, le gustara el poder o no, pedirle la renuncia. En el día de hoy Asumía Cámpora, y los que estuvimos ese día en la Plaza no podemos olvidar los acontecimientos que allí ocurrieron, como así los muertos, por violencia que ha habido, como los compañeros ametrallados por la custodia de Guido Natal Coda, o los Coreanos de la Federal y motociclistas que linchaban los sheriff montoneros de la Plaza que con un gabán y una cinta negra y roja atada en la manga izquierda, se movían a sus anchas por las esquinas de la Plaza de Mayo. Ni la parada militar suspendida, que dejo a un tanque perdido en la concentración humana bajando por Hipólito Irigoyen hacia Alen desde Defensa y que uno de esos mismos sheriff desde atrás disparo sobre su nuca. Luego la multitud enardecida con los palos de las pancartas y las puntas de los mástiles tomo su vida en venganza de su brutalidad. Algunos recordaran esta fecha como el comienzo de un movimiento reivindicativo. Yo como la continuidad de una escalada de violencia animal, ahora en el marco de un gobierno democrático. Y a lo que yo digo no venga luego a adjudicarseme que es una justificación de lo que ha hecho la triple A.