Refuerzan medidas para que no falte el gas en los hogares
Se redujo la venta a Chile, se importa electricidad y hay recortes a industrias y en GNC
La ola de frío polar pronosticada por el Servicio Meteorológico para los próximos días -una mala noticia dado el delicado cuadro energético nacional- profundizará una serie de medidas, por parte del Gobierno y de las empresas del sector, para que el gas natural llegue a los hogares argentinos sin sobresaltos. El abastecimiento de gas natural a Chile ya se redujo al mínimo suficiente como para atender el consumo residencial y comercial; volvieron las restricciones de provisión de gas natural comprimido (GNC) para las estaciones de servicio con contratos interrumpibles y las distribuidoras de gas limitaron en 23 millones de metros cúbicos su provisión a la industria y al comercio, en los últimos días, según datos del ente regulador del sector, el Enargas. Además, esta semana fue récord la compra de energía eléctrica a Uruguay y se importa cada vez más electricidad desde Brasil. El freno en los envíos de gas a Chile es una de las acciones más evidentes. Según informó ayer la agencia de noticias AFP, el abastecimiento de gas natural de la Argentina a Chile está en estado "crítico", se sitúa en niveles mínimos y complica el consumo industrial del país vecino. Esta situación, que fue definida como "de emergencia", encuentra a Chile sin un plan de contingencia adecuado, según reconoció ayer el vocero oficial Ricardo Lagos Weber en un encuentro con periodistas extranjeros. Esta semana, la Argentina mandó a Chile entre 1,5 y 1,8 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, una mínima parte de los 22 millones de m3 que debería enviar en una situación normal y suficientes solamente para satisfacer la demanda residencial y comercial, según la Comisión Nacional de Energía chilena. "La ola de frío que afecta a la Argentina obligó aumentar los recortes que ese país ha aplicado desde hace tres años a sus exportaciones a Chile, su principal y único comprador", informó la CNE. La situación de escasez se hace sentir en las comercializadoras chilenas. Gas Atacama, que distribuye gas natural y genera electricidad en el Norte, reconoció que está en una situación complicada por los menores envíos de gas desde la Argentina. La empresa informó, además, que el sector atraviesa problemas financieros ante el mayor desembolso que tiene que hacer para reemplazar el gas natural argentino de sus centrales eléctricas por combustibles más caros como el diesel. En la Argentina, también las distribuidoras de gas natural, a principios de este mes, empezaron con problemas de provisión. Metrogas, por ejemplo, pasó de no tener restricciones a acotar el suministro en 17 millones de metros cúbicos diarios. Un vocero de la empresa explicó que esto ocurrió porque "hubo frío prolongado, que produce un vaciamiento del gasoducto", pero aclaró que "siempre el consumo domiciliario estuvo asegurado". Con todo, de acuerdo con el Enargas, el 22 de este mes (último dato disponible) las restricciones de capacidad entre 7 de las distribuidoras más importantes del país fue de 22.938.000 metros cúbicos: 263 grandes clientes se vieron afectados por la medida. Las restricciones se contagian en cadena. Así lo hicieron notar las estaciones de servicio de GNC, muchas de las cuales a lo largo de este mes fueron informadas de que se pondría en vigencia la orden del Enargas de limitar la parte interrumpible del suministro. Es decir, según el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (Aesi), Manuel García, desde el 7 del actual las estaciones sólo pueden vender 5000 metros cúbicos por día. "La medida rigió todo el invierno pasado. Ahora volvimos con lo mismo", se quejó García. Según sus cálculos, el año pasado esto les significó a los estacioneros de GNC -unos 150 con contratos interrumpibles en el país- una pérdida de $ 35 millones por ventas no concretadas. "Desde la tardecita y durante la noche, muchas estaciones ya no tienen margen para trabajar", dijo. Según adelantó, esto podría terminar en una presentación ante la Justicia, donde estudian reclamar por daños y perjuicios. La escasez de gas causada por el crecimiento de la economía y la falta de inversión, que las empresas justifican en los precios poco atractivos desde la pesificación, pone en peligro también el abastecimiento eléctrico; ya que las usinas emplean gas para funcionar. De ahí que la Argentina refuerce su compra de electricidad en el exterior. Esta semana, además de sus habituales importaciones de energía eléctrica desde Brasil (el envío fue de 800 megavatios), las compras a Uruguay fueron récord: la Argentina recibió 500 megavatios de electricidad diaria. El martes pasado hubo un pico de demanda y, para satisfacerla, Uruguay nos envió el 37% de la energía que consume. Según el diario uruguayo El País , a la Argentina se le vende a precio de costo para paliar su necesidad energética.
Por Verónica Dema De la Redacción de LA NACION
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