22 marzo 2008

SANDRA RUSSO, NO ME VAS A HACER LLORAR!!!

SOBRE UN ARTICULO QUE ES PESCADO CARNAL EN PAGINA 12
Sandra Russo, no tiene ningún problema es un personaje de ficción que alimenta la oligarquía progresista porteña. Vive de su inteligencia, se preocupa de por los pobres, tiene conciencia de clase y es progresista. Todo un amor, en estos días. Se sienta ante un ordenado,r vincula algunos apellidos de escritores argentinos, habla de Sara Gallardo y de Enrique Murena, y explica como Murena (sugerido) construye su trayectoria refutando a su Maestro, Ezequiel Martínez Estrada, autor de Radiografía de la Pampa. Supone que el adosar a Estrada al Martínez era dotar al vulgar Martínez de un Estrada que era un nombre más patricio. Pero que a su vez, a uno no le queda claro si el odio venia de ahí, o de que el primer marido de su mujer era un Pico Estrada, y por portación de apellido odio a su maestro, (de celoso y machista). Sandra Russo toma como ejemplo a una mujer que vivió de periplo en periplo y nunca arraigo. Quizás como ella. Sara Gallardo, era nieta del naturalista Ángel Gallardo, hoy apenas una calle después de Estado de Israel, en la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Murena que no era Murena, sino Álvarez, provenía de una familia modesta y quizás por no haber terminado ningún estudio, poseía fastidio de clase. Se vinculo con Editorial Sur, (la misma de Victoria Ocampo, la de Roger Callois, Borges, Bioy Casares, Octavio Paz, Alfonso Reyes, Ricardo Guiraldes, Alberto Presbich, Francisco Romero, Enrique Bullrich, Francisco Luis Bernárdez, Antonio Vallejo, Amado Alonso, Julio Irazusta, Alfonso Reyes), aunque sus recopiladores definen su actitud, como independiente de la revista. También se relacionò a la Editorial Monte Ávila de Venezuela, pero tradujo al castellano a Walter Benjamín por un lado y Theodor Adorno por otro, una de cal y otra de arena. A Murena lo conocí un poco antes de su muerte cuando agobiado por el alcohol, visitaba a D.j. Vogelman que luchaba para que Sudamericana le sacara su traducción del I Ching y tenía una librería en un sótano que da a la calle de un edificio frente a la plaza San Martin en la Calle Esmeralda entre Santa Fe y Arenales. Falleció como un desagravio a cualquier manera digna de cuidar la corporalidad, por exceso de alcohol a los 52 años. Sara Gallardo y H. A. Murena que era Álvarez vienen a representar y a partir de un personaje de una novela de Gallardo, la propiedad de la tierra y la inconmensurable conclusión que patrón de la tierra es el que llega, no el que vive en ella. Reflexión mas insoportable que esa para criticar al campo y mostrar a dos intelectuales del reviente argentino de la década del sesenta/setenta, del cual ella es subproducto y beneficiaria directa, no me parece nada más adecuado. La propiedad a una parcela no me da la propiedad al territorio donde se están sucediendo los eventos en los que acontece mi vida. Por ejemplo en el campo, no tengo educación, salud, justicia. Eso lo tengo en la suma de las parcelas de todos que regula el estado que forma la Nación. La Nación esta apropiada por un grupo de personas que controla el estado y que se hace un festival de corrupción que el sector, inclusive la Federación Agraria no está dispuesto a seguir pagando sin discutir, y responden con la violencia del silencio y poniendo en juego otros valores.
La conciencia de clase, la sensiblería, la belleza de Sara Gallardo y su muerte y el alcoholismo de Murena que era Álvarez, no me hacen temblar la mano ni me van a dar contenidos místicos al gran choreo que hace el gobierno de éste estado, claro, sin dejar de admitir, que hay pobreza, que hay injusta distribución de la riqueza, sin que etc. etc. Pero no hay que ser patético para decir las cosas. Gracias a dios y sin pensar en Sandra Russo, puse al condor americano y el alma del general a volar libre, parece que la muchacha le quiere poner tramperas al pensamiento. No es Justicia Social u Oligarquía. Es simplemente paren la pelota muchachos, la estan manchando.

1 comentario:

a.f dijo...

Hard la pregunta es para qué se le suben las retenciones al campo, y nadie en su sano juicio puede decir que es para el desarrollo. Esto es otra pelea como la de gorilas- nacionales y populares a la que nos lleva Alberto Fernández cuando le dice a Rozín "pero yo lo que le quiero dejar claro a la señora que nos está viendo es que cuando faltan cosas en el super es por culpa de la avaricia de estos señores". En fin, para qué, porque la mayoría no comemos nada con soja, y la guita que sacan yo no la veo invertida en desarrollar una estructura productiva para que los pequeños y medianos productores puedan abastecer el mercado interno. Esta es una guerrita que no lleva a nada más que al odio, y nos guiamos más por el odio que por otra cosa. Estos regurgitadores de discurso oficial serían incapaces de mover un puto dedo para otra cosa que no sea apretar enter. Un abrazo