11 marzo 2008

NADA QUE CELEBRAR

No se hagan los boludos
El once de marzo de 1973 nos reuníamos en la Plaza de Mayo para ver la asunción de Campora. Luego de la proscripción de Lanusse a Perón, una estratagema para dejar al líder fuera de juego, Campora al final ganó. En realidad ganó Perón. Dato que parece que el dentista no registro, pero en el barullo había que celebrar la recuperación del poder luego de diez y ocho años de proscripciones. Fui solo a la Plaza. Me coloque del lado de Hipólito Irigoyen y Balcarce. Los muchachos de Montoneros custodiaban por si solos la plaza identificados con un gabán azul con un brazalete negro y rojo en su brazo izquierdo. Estaba previsto un desfile militar y una seria de actos protocolares. Que los eventos posteriores indicaban que era mejor que no se realizaran. Por aquella época, existía la posibilidad de hacer el servicio militar en la Policía Federal, a los chicos que hacian la conscripción se les llamaba Coreanos, una banda liderada por el de gabán tomo al coreano y sobre la calle Balcarce donde estaba Bienestar Social, lo ahorco. Luego entraron dos motociclistas de la Policía Federal ante el revuelo, uno acelero y huyo como pudo, uno más valiente intento rescatar al Coreano, hasta que un cadenaso le partió en dos el casco y cayó de la moto, fue linchado ahí mismo. Más Tarde un tanque con un conscripto agarrado a la ametralladora y cagado hasta las patas que por el gentío se perdió de la formación bajaba por Hipólito Irigoyen hacia Alem. El de Gabán subió por atrás del tanque que estaba parado y le disparo en la nuca al conscripto. Cuando bajo la gente indignada comenzó un verdadero nuevo linchamiento clavándole los palos de las banderas y pancartas que llevaban. Al rato llego Guido Natal Coda, que era el comandante en jefe de la Armada, llego por la parte de atrás de la Rosada, y no estaba la Aduana Taylor, por lo que Alem era recta y quiso entrar por atrás, fue atacado por otro comando, por lo cual su custodia lo repelió con ráfagas de FAL, lo que genero heridos indiscriminados. Me di cuenta que no había nada que celebrar me fui caminando por Balcarce hacia Moreno. Sobre la calle estaba la banda de la Escuela Naval de Rio Santiago formada. El resto de la banda de los comandados por el linchado escupía los uniformes, mientras la banda hierática tocaba el himno nacional despacito. Seguí mi marcha hacia la Av. Belgrano. Qué lindo que va ser Campora al Gobierno, Perón en el poder me repetía, y dije: la puta madre que lo pario.

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