17 diciembre 2006

CAPITALISMO SALVAJE Y UN EMBAJADOR ARGENTINO SILENCIOSO.

EL ESTRELLA DEL NORTE QUE VOLABA








La Aerolínea de los locos - ÁLVARO OTERO (DEL FARO DE VIGO)

Se Viaja tanto en avión que todo el mundo guarda una anécdota sobre algún vuelo movido, un bache que te puso el estómago en la cabeza, un brusco aterrizaje. Hay gente que lo pasa muy mal cuando vuela, que sufre horrores. No es mi caso, por oportuna. Entre los recuerdos más curiosos que tengo está la ruta en una aerolínea =peruana sobre la confluencia del Marañón y el Ucayali, o sea, en el nacimiento del Amazonas, en el que el piloto no sólo me invitó a visitar la cabina, sino a sentarme en su asiento y mover un poco los mandos "para probar la sensación".
En aquel avión la gente llevaba de todo entre los asientos, desde enormes maletas a gallinas vivas, pero, quizá porque los dioses incas así lo disponían, daba todo una profunda sensación de seguridad. También guardo un grato recuerdo de un vuelo en hidroavión en la escuadra del comandante Álvarez de Sotomayor, apagando los incendios que amenazaban el castillo de Monterrey de Verín. Ahí me si cuenta hasta qué punto se jugaban la vida los pilotos, conclusión que se reafirmó cuando pocos años después el propio Álvarez de Sotomayor y su tripulación fallecieron al despegar de Lavacolla.
Con mi amigo fraternal Alfonso Lubián vuelo en globo desde hace años, y hemos dado botes en bosques y descampados desde Mondariz hasta Palma, y hemos aterrizado in extremis en fincas y caminejos ante la amenaza de la noche o las tormentas, pero nunca, nunca estuve tan convencido de que me había metido en la nave -y la compañía- de los locos como cuando este verano tuve la desgraciada idea de viajar a Centromérica en Air Madrid.
Quienes no han utilizado esta línea aérea, y les ha sorprendido su crisis esta semana, no pueden siquiera imaginar de qué nivel de caos estamos hablando. Mientras escribo estas líneas todavía no se sabe si Fomento le retirará finalmente la licencia, pero lo sorprendente es que esa licencia no haya sido retirada de manera fulminante hace ya años.
Retrasos constantes de varios días (con la gente sin atender tirada en los aeropuertos), trato despectivo del personal, intervenciones constantes de las fuerzas de seguridad para contener a los soliviantados pasajeros, caso omiso a las indemnizaciones previstas por la normativa europea... En la primera foto de ese viajecito particular con Air Madrid no aparezco yo con mi pareja, como sería normal, sino varias parejas de la Guardia Civil conteniendo a decenas de compañeros de infortunio que querían tomar el avión al asalto, en plan cuartel Moncada. Ocurre que casi todos ellos -esos compañeros- eran inmigrantes latinoamericanos que habían ahorrado durantes meses para poder viajar a sus países, y como me voy haciendo desconfiado con la edad comienzo a sospechar que la única explicación a que semejante ultraje diario y masivo haya sido consentido hasta ahora por Fomento sólo puede deberse a eso, a que esos vuelos iban ocupados en su mayor parte por gente modesta sin capacidad =e presión. Una vergüenza. Desde aquí se lo digo, querido lector: por mucho que ame el riesgo, no vuele en esa compañía. Ni siquiera por lo de jugar al asalto del cuartel Moncada. cómprese mejor una Play Station.

¿ELLOS LO DICEN?

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