Ayer todo Italia se altero por la muerte de un Tifosi a manos de un policía Luiggi S. de 31 años, quien dijo que corriendo se le escapo un disparo que le penetro por la nuca lo que le provoco la muerte instantánea a Gabriele Sandri de 26 años, famoso DJ de Lazio y amigo de algunos jugadores del equipo del municipio. Un dato cualquiera si lo referimos a un país como el nuestro donde la violencia en el fútbol se repite a diario, ya que estamos atacados de futbolmanía desde la Primera división hasta la D y el fútbol Regional. Lo que sucedió de inmediato al conocimiento de la muerte de Sandri fue que los tifosi, más allá de las diferencias que todos los domingos los enfrentan en peleas y luchas, los unió como una corporación en una “revuelta nacional”. A raíz de este episodio, dos partidos (Lazio-Inter y Roma-Cagliari) fueron aplazados, otro tuvo que ser suspendido cuando ya había comenzado debido a la violenta reacción de los ultras (Atalanta-Milán), y todos los demás comenzaron con 10 minutos de retraso, en un clima de conmoción, tensión y protestas.
La violencia de los radicales fue en aumento a lo largo de la tarde. Numerosos exaltados la emprendieron contra la policía en Roma, asaltaron una comisaría y la sede del Comité Olímpico Italiano, con un balance provisional de 40 agentes heridos, según la agencia ANSA. Además, tres personas fueron detenidas.
Los ultras llegaron hasta la sede de la televisión pública RAI, donde extendieron un cartel contra la policía, recordando que cuando un agente murió en febrero en el derbi Catania-Palermo, el calcio se detuvo.
Los demás encuentros comenzaron con 10 minutos de retraso, por decisión de la Federación italiana, y los jugadores y árbitros saltaron al campo con brazaletes negros en señal de luto.
El clima de tensión, sin embargo, era palpable en los estadios. En casi todos, los hinchas más radicales lanzaron coros e insultos contra la policía. "Asesinos, asesinos", gritaron en el estadio donde se disputaba Fiorentina-Udinese. Al inicio del Siena-Livorno, las dos hinchadas –generalmente encendidas rivales– se unieron para gritar consignas contra las fuerzas del orden. Estos coros constituyeron la única banda sonora en los primeros minutos del derbi.
Lo peor se vivió en el estadio de Bergamo, donde se enfrentaban Atalanta y Milán. A los siete minutos de juego, los jugadores se vieron obligados a volver a los vestuarios por la violenta acción de los ultras, que lanzaban bengalas y arremetieron brutalmente contra los cristales de protección que separan las gradas del campo, logrando romperlos. Varios jugadores, entre ellos Doni y Bellini, se acercaron a las vallas de seguridad para tratar de calmar a los tifosi, pero fue inútil. "Si seguís jugando sucede algo grave", les dijeron los ultras. El árbitro decidió suspender el partido, tras consultar con los equipos.
Otro partido de Segunda (Taranto-Massese) también tuvo que ser suspendido a pocos minutos de empezar. Ya por la tarde, la Federación y el Ministerio del Interior se reunieron para decidir el aplazamiento del partido de la noche, Roma-Cagliari. "Es extremadamente grave que, en vez de participar con un digno silencio al luto por la muerte del joven hincha, algunos responsables hayan encontrado el modo de causar nuevos incidentes", comentó el ministro del Interior, Giuliano Amato, al final de la jornada negra.
A última hora de la tarde, los incidentes más graves se trasladaron a Roma, donde unos 200 seguidores, algunos con el rostro cubierto y armados con piedras y bates, asaltaron una comisaría y quemaron vehículos. La policía cargó con gases lacrimógenos. Además, otro grupo de violentos intentó asaltar la sede del Comité Olímpico Italiano (CONI), rompiendo las puertas de vidrio de acceso y obligando a los vigilantes a montar una barricada dentro del edificio. El caos y la violencia se adueñó de Italia.
Para entender el sentido de la “revuelta del tifosi” busque el significado de la palabra en el Diccionario de la Real Academia. Y solo me vinieron al uso de la octava a la duodécima acepción:
8. f. Alboroto, alteración, sedición.
9. f. Riña, pendencia, disensión.
10. f. Punto en que algo empieza a torcer su dirección o a tomar otra.
11. f. Este mismo cambio de dirección.
12. f. Vuelta o mudanza de un estado a otro, o de un parecer a otro
Es aquí donde quiero entender lo que realmente pasa en una sociedad municipalizada por el fútbol y violentada por una sociedad del primer mundo que parece estar ajena a la violencia.
1) Parece estar la violencia ligada a una sociedad vieja y por grupos etareos definidos, entre los 15 y 30 años
2) No son pobres, por el contrario la mayoría provienen de sectores medios, universitarios, estudiantiles u obreros calificados, que ejercitan la violencia los fines de semana.
3) El enemigo no es el sistema es la Policía
4) El sistema no esta comprometido por la revuelta porque la municipalización de la rivalidad del fútbol supera la edad de los políticos italianos en ejercicio del poder.
5) La manifestación corporativa del tifosi, pondría de manifiesto la necesidad de que se reconozca un poder dentro del poder.
6) El sistema de gerenciamiento que tantos buenos negocios ha dado muestra que la pasión trasciende vía el espectáculo.
7) El resto se lo dejo a los sociólogos.
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