15 noviembre 2007

LA MORALINA CON FINES POLITICOS

A VER SI CRITICAMOS UN POCO LA CENSURA A LA LIBERTAD DE EXPRESION
No se planteara aquí y en ningún caso la cuestión de la decisión del gobierno de Irán de prohibir el libro de Gabriel García Márquez “Memorias de mis Putas Tristes”. Es intención del escrito de reflexionar sobre las actitudes pacatas de la sociedad urbana argentina sobre la censura a la libertad de creación, más de una personalidad de la literatura de la estatura del Gabo. Cuando fueron expuestas en el Centro Cultural Recoleta Obras de León Ferraris o los dibujos de Barbieri recientemente, donde con la mera exhibición la sociedad anticlerical y anticatólica se estremecía de placer regodeándose de las cosas que exponían y ante los creyentes que veían sus símbolos y tradiciones mancillados actuaban, veían en sus conductas manifestaciones facistoides, mas ligadas a épocas de la represión y la censura de la libertad de expresión que a la actual libertad ganada a la democracia. Muchos de ellos, sobre todos algunos ultras, hemos visto manifestar por las calles de la ciudad con consignas pro iraníes, y ataviados de iraníes, por la lucha contra el imperio, como mecanismo de la liberación nacional de las políticas yankis. Podíamos casi estar todos de acuerdo. Pero hete aquí que en Irán hay censura desde el Estado. Se prohíben libros como lo hacia Videla y la dictadura militar. La pregunta a hacerse es: ¿Guardaran silencio? ¿Los valores con los que se rige y mide a AHMADINEJAD son diferentes a los que se mide al resto de la sociedad argentina? Se deberá concluir que si nadie repudia a AHMADINEJAD, el problema no pasa por el respeto a la religiosidad de las creencias sino por la politicidad de la percepción de las creencias en el mundo. Por lo que los valores pasan a ser inciertos y mezquinos, tan mezquinos como los que a sabiendas que protestaron cuando Ferraris y Babieris fueron censurados se callan hoy cuando AHMADINEJAD Censura a Gabriel García Márquez.


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