27 noviembre 2007

LOS PERROS DE LA CALLE

ESTO PARECE UNA PELICULA DE TARANTINO



Alberto Fernández tiene la presidencia del partido justicialista de Capital Federal y la esencia de la derrota del mismo en el ámbito porteño. Un analista de primera a la hora de mejorar estrategias de terceros un incapaz para desarrollar estrategias propias en su terreno. Solo especialista en ahogar el poder ajeno, nunca hábil para la construcción. Como el secretario general del partido su único proyecto valido fue ingresar al cavallismo que lo llevo a legislador porteño. Después de pasar por el menemismo en la superintendencia de seguros, cuyas actuaciones deben haber prescripto.
Pero el principal aliado de Fernández en su cruzada porteña es Víctor Santamaría, líder del Sindicato único de Trabajadores de Edificios de Renta y Propiedad Horizontal (SUTERH). Santamaría suele prestar su estructura partidaria para las cenas y actos partidarios organizados por Alberto Fernández. Santamaría también fue legislador porteño del cavallismo, aunque tuvo que abandonar su sillón, luego de ser procesado en una causa iniciada por el faltante de dinero en una cuenta que su sindicato tenía en el Banco Patricios, del cual era director.
El sello de goma del partido lo tiene Ramón Ruiz que es un pelele y de lo que sea oficialismo, ya que es un panyaugado de Serví ni de Cubría Jueza que es una verdadera sobreviviente y acomodaticia a los poderes de turno, siempre fallo sentencias como diapasón: por simpatía. Como de peronismo no entiende nada, solo le recitan en el oído un grupo de abogados cercanos, cuya palabra es santa.
Con estos tres ejes se sale a conversar con las estructura de los PJ provinciales que luego de un largo congelamiento nacional, hay ido formando estructuras locales, en algunos casos manejables y en otros inmanejables.
Seria propicio a este verdadero mariscal de la derrota, o directamente a los tres, ya que Ruiz, el interventor de PJ nacional, no pudo nada, y en la Ciudad Autónoma el PJ y sus alianzas fueron a derrotas cada vez más estrepitosas. En las que Víctor Santa Maria llego a ser candidato. ¿Alberto para que? Es de imaginarse si Kichner pretende hacer un armado de Partido Justicialista en el Orden Nacional con esta perfil, lo que pretende es destruir lo poco que queda en pie. No puede interpretarse de otra manera.

1 comentario:

a.f dijo...

La idea era (supongo que es), destruir a los partidos tradicionales para crear un espectro de derecha e izquierda, constituyendo el FPV a nivel nacional que se quedaría con el espectro de izquierda, al menos desde el discurso, y tiraría al otro lado todo lo que sirva de puchingball para construir poder, yo no los veo tocando el IVA a la harina, mucho menos haciendo una revolución o impulsando una reforma agraria, pero bue ellos están a la izquierda y todos los demás caemos en la derecha, no hay término medio. Alberto es un plumífero gallinaceo, lo que lo caracteriza es tener los jugos gástricos de ese animal en la boca, lo único que puede hacer es destruir lo ajeno, cada vez que intentó construir algo fracasó.Acá el problema no es de grupos etáreos o de géneros, Santamaría o Alberto son la prueba viviente de la metástasis del cáncer corrupto que carcome a la Argentina desde sus cimientos, Clarín copeteará lo que quiera, Página hará las entrevistas en línea de montaje que quiera, la realidad es que mujer-hombre, joven-viejo, las mañas del afano y el rascarse las pelotas hereditario mientras se grita que se hace no varían, en fin, no te dije nada nuevo. Un abrazo