LA BUSQUEDA DE OBJETIVOS IRREALIZABLES COMO FORMA DE CULPAR AL OTRO

El postmodernismo lugoniano como la metáfora de la utopía progresista.
La izquierda sigue al fascismo de Leopoldo Lugones inevitablemente.

Estos días, tal cual lo pude ver en las celebraciones del che Guevara, celebramos la argentinidad del Che que peleo por Cuba. Fue Ministro de Economía de Cuba y Lugarteniente de Fidel Castro. Lo cual no mella su valor o coraje. Pero en realidad, se puede decir como cosa no probada en su interior estaba algún día liberar a la argentina del imperialismo. Cuando ayer volvieron a pasar por canal siete el diario del Che se ve el extravío delirante de alguien que cree que le esta pasando una cosa y la vive Ali, cuando en realidad es otra. En realidad a ese modelo lo convertimos en arquetipo de lucha por el ideal. Es decir no valoramos a aquel que consigue cambiar lo que tiene, sino aquel héroe trágico que sucumbe sin cambiar nada, solo en la locura del intento de cambiar ese mundo que se describe como aplastante. Pero he ahí la casualidad el 8 de Octubre nace Perón en Lobos, en una humilde casita, y el 8 de octubre es asesinado el Che Guevara en la Higuera. Uno construye un país cuyas características esenciales de industrialización se conservan. El otro construye la utopía. La honra es para el defensor de la utopía. Lo conseguido se asume como lo propio, lo no conseguido como el bien pendiente y el fin a lograr, por lo tanto el Che es el icono del lo que vendrá y Perón que es lo que tengo es lo que no me interesa, asumido y lo viejo. Esta es nuestra idiosincrasia. Siempre con la epidemia de lo nuevo, la hecatombe de no poder disfrutar lo que tenemos sino de lanzarnos hacia lo que no tenemos, aquello que cuando caminamos por el mundo, la argentinidad pone de manifiesto y que se percibe como soberbia, por aquellos que no son compatriotas nuestros. Pero este no es un mal de izquierda o derecha, ni tan siquiera de marxistas o fascistas, ni de católicos o ateos, es un mal de los argentinos. Voy a citar aquí un poema de un típico Socialista devenido a Nacionalista Católico, un genial hombre de letras como lo fuera Leopoldo Lugones en un poema que dice:

__ Los astros centellaban de fulgores divinos,
y daban fuertes sones como un bosque de pinos
flameantes, cabalgado por el huracán, sones
que flotaban cual nubes sobre los escuadrones
de aquella gran columna blasfema. El mar oía,
oía la montaña, oía la selva, el antro, el día
presintiendo un lejano temblor de cataclismo
ante esas formidables alarmas del abismo.
Aquellos sones eran las palabras de una ira
tenebrosa que hablaba como el viento en la lira.
“¡El alma está en peligro!” clamaban. Desde el cielo
caían sordas lágrimas de sangre y luz; el duelo
de las sombras pesaba sobre la tierra inerte
como un árbol sobre una meditación de muerte.
La cruz austral radiaba desde la enorme esfera
con sus cuatro flamígeros clavos, cual si quisiera
en sus terribles brazos crucificar al polo.
En medio de aquel trágico horror, yo estaba solo
entre mi pensamiento y la eternidad. Iba
cruzando con dantescos pasos la noche. Arriba,
los astros continuaban levantando sus quejas
que ninguno sentía sonar en sus orejas.
Rugían como bestias luminosas, heridas
en el flanco, más nadie sujetaba las bridas;
nadie alzaba los ojos para mirar aquellas
gigantes convulsiones de las locas estrellas;
nadie les preguntaba sus divinos secretos;
nadie urdía la clave de su largo analfabeto;
nadie seguía el curso sangriento de sus rastros...
Y decidí ponerme de parte de los astros.

Como verán, más allá de toda consideración estética y protocolar de su poética, el hombre opta no poner los pies sobre la tierra, opta por ponerse del lado de los astros, de lo lejano. Ali vivimos. Cuanto más inalcanzable es la utopía mas nos fascina. Y cuanto mas irrealizable, mas nuestra frustración y sentido a nuestra vida personal, pues nos libera de toda responsabilidad de hacernos cargo de la vida, ya que ha sido abortada por una utopía que de por si,” ab initio” era irrealizable. El argentino es sabio. Siempre la lucha es por lo mejor. El Che Guevara, sonríe desde millones de remeras que ayudan al marchaidaising de los vendedores callejeros. Perón solo y apenas les dejo la participación política en la sociedad, un problema inútil.
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