GORILAS MODERNOS

NO PUEDEN DISIMULAR LO QUE NO SIENTEN

La historia nos enseño mal, el 17 de Octubre el pueblo había sido protagonista de la historia. Hoy día las cosas cambiaron. No diré si para mal o para bien. Solo diré, que el protagonismo lo tiene el presidente. El pueblo, bien gracias. El pueblo es aquel a quien hay que adular al momento en que debe votar, y la cosa que mido cuando encuesto y que me pone en el centro o me corre de él. Esta nueva visión de la política me dejo un doble dolor del día 2 de Abril. Triste, porque fuimos inundados de las imágenes de una guerra que nos dolió a todos. Triste, porque las provincias golpeadas por la inundación no han tenido las filosas espadas lingüísticas de los Fernández para paliar o explicar la situación, ni la ayuda de De Vido o Alicia Kichner, ni Gines yendo a la Zona de Desastre para evitar males mayores. No, parece que el pueblo fuera otra cosa. Filmus en un palco. Otros en Ushuaia esperando a un presidente que eludía ser cuestionado por mantener su nivel de imagen. Calafate, ya parecido al Bunker albergando la abulia de fin de semana del matrimonio desencanto. Ocaña no explico como seria la atención médica a los afiliados de Pami en las zonas inundadas. Masa no explico como cobrarían las Jubilaciones los Beneficiarios Inundados, no ha habido solidaridad. Ni una campaña nacional para llevar a los inundados alimentos. En realidad, no pueden hacer, lo que no sienten. Es cierto.

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