En líneas generales tiene razón, no hay que anatemizar al enemigo para hacernos creer que el que asume en la ciudad Autónoma será algo así como el increíble Hulk según sea el lado que se lo mire. Monstruo verde o no, el caso es que si tengo claro que el presidente se juega en el espacio político de Buenos Aires gran parte de sus ínfulas ganadoras. En realidad, me monta un huevo su soberbia, en cuanto a las cosas que tiene que hacer les pasaría a cualquiera que estuviera en el gobierno en estos momentos, lo que rompe las bolas es el enfoque, la mentira metodológica, la ausencia de dialogo, y el senacularismo de su accionar político cuando viene de un peronismo abierto. Por lo tanto le tiene miedo a lo que pregona. Ergo, no me rompas las pelotas, sos un falso. Por lo demás, no es que se le pueda pedir a un presidente que haga en lo macroeconómico y en lo social mucho más. Pero con un acto de sinceridad podría encaminar un modelo mas solidario y mas participativo, para lo no reuniríamos para construir no para quejarnos. Este lamento eterno de la Argentina de la culpa es ajena. Que él práctica con deleznable esmero. Así que por una rara situación Manolo no dejo lugar para los comentarios. Yo lo comento desde aquí. Estoy de acuerdo. Lo que no estoy de acuerdo de que las elecciones municipales sean nada más que eso, elecciones municipales. Para el pingüino Kichner será compartir espacios de poder o concentrarlos. Yo, ante lo que veo, prefiero la apertura. Aunque se me acuse de oligarca, imperialista, niponazi, procesista, o lo que quieran. Lo importante, es que ni en pedo, aun con la boca callada y encepado políticamente, como muchos cumpas de antaño, mi libertad interior no va a ser acallada por nada, ni nadie.
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