30 septiembre 2008

LA LITERATURA QUE FALTA



MIRAR PARA OTRO LADO


Recientemente Leí en el diario EL DIA que murió el Profesor José Szabon, lo cual me produjo una profunda tristeza. Con Pereyra, Rodríguez Bustamante y Julio Godio, tenían la Cátedra del Pensamiento Argentina en el Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación por el 1966 y bajo la presidencia de Arturo Illia y siendo gobernador de la Provincia Anselmo Marini. Ese año era el primero en el que Monseñor Octavio Derisi había abandonado definitivamente el departamento y se había radicado en la Capital Federal para realizar la Universidad Católica en el Aspecto de filosofía. Al entrar a secretaria, como mudo testigo de su paso estaban los centenares de miles de libros que conformaban la Colección de la Patrística de la Iglesia Católica, que llenaban los anaqueles de la vieja casona hoy demolida en la calle 46 entre 5 y 6. Es decir a una cuadra de la entrada posterior del Edificio de la Universidad Nacional por donde se entraba a nuestra facultad. Pero por ser compartida con Derecho, nos tocaba solo una parte pequeña, por lo que las facultades debían había tomado como modelo alquilar casonas o petit hoteles, para dar sus clases, así lo tenían Psicología en la calle 44, Pedagogía en la calle 45, Literatura, Filosofía, Periodismo, etc., etc. Por lo que ir a la propia facultad era una mera casualidad, y la vida del nosotros los estudiantes transcurría en los departamentos en los cuales estábamos asignados por carrera una vez terminado lo que era el ciclo común, menos las materias de las carreras que compartíamos con casi todas, que se daban en el aula magna. Era así, como algunas cosas se mezclaban en toda su intensidad. ¿Porque?, porque mucho hay escrito del Robo al policlínico bancario y se ha rescatado como figura de la conversión del nacionalismo derechista al revolucionario al Enano Nell Tacchi, y ahora luego de la declaración de los bombardeos de Plaza de Mayo como terrorismo de estado, que digamos casi todo está bajo el manto protector de pelear contra un enemigo superior en todo sentido. Por lo que el robo debía ser visto como justa distribución social, en caso de las organizaciones, no como robo o delito. Bien, para la época y para lo que fue la ciudad en la que vivíamos nosotros, inclusive la Presidenta y el ex presidente, el robo de Hipódromo de la Plata y el Correo, donde hoy funciona el Centro Cultural La Plata en la calle 50 y 7 de la misma, hecho por organizaciones armadas de la época, me llama la atención que no lo escriba nadie, ni lo reivindique nadie, y que como nadie dice nada, pues bien, digamos que no paso, y que los cubra un manto de olvido y que no fue parte de la historia. Lo que sí, se quiere recordar aquí es que la Tacuara de Nell, la que roba el Policlínico Bancario está planteando diferencias ideológicas respecto del paso del peronismo por parte de una Tacuara Catolica y Fascista, no de Socialismo Revolucionario, parecería ser la ótpica. Pero los escribas de la época toman este simple paso, a un caído en el Puente 12 el día del regreso de Perón, como lo es Nell Tacchi, como para decir que el nacionalismo de derecha evolucionaba hacia corrientes de la revolución marxista por su logica interna. Lo cual no era asi, también Peron se cuido del nacionalismo católico y no confundir aquí con la Iglesia Católica, aunque se los quiera ver parientes). Cuando en realidad toda revolución necesita financiamiento, y el robo lo justificaría, sea de izquierda o de derecha, todo para el objetivo. Al punto que me parece que queda poco prolijo que se diga que en La Plata, organizaciones armadas antes del secuestro de Born, habían obtenido ganancias importantísimas con esos dos robos para financiar sus actividades, y no está escrito en ningún lado. Debe estar en la hemeroteca del Diario El Día de la época, pero al menos aquí está dicho.

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