09 septiembre 2008

EL MAS BARRIONUEVISTAS DE LOS MOYANISTAS.

KIRCHNER, METETE LA SURAM EN EL GARAGE


EN VISPERAS DEL VENCIMIENTO DEL CONVENIO COLECTIVO
Fuerte presión de los mecánicos, que piden un aumento salarial del 50%
La pulseada entre SMATA y las concesionarias puede paralizar el sector.
Una pulseada que acaba de comenzar entre Acara, la asociación que reune a las concesionarias oficiales, y el Sindicato de Mecánicos (SMATA), amenaza con paralizar nuevamente a todo el sector automotriz, tal como ocurrió hace dos años. En vísperas del vencimiento del convenio colectivo de trabajo entre los dueños de las concesionarias, la semana pasada el gremio que lidera José Rodríguez exigió una recomposición salarial de 50% a partir del mes próximo. Acara, por su parte, acercó una contrapropuesta de 22% a 23% de incremento.Según las cuentas de los empresarios, el incremento real que reclama SMATA sería en realidad un poco más todavía: "Nosotros acordamos hace tres meses otorgar una suma no remunerativa del 10%, a cuenta de futuros aumentos, y el reclamo que ahora nos hacen es montado sobre aquel incremento. De modo que el reclamo total de SMATA es del 54", detalló Dante Alvarez, titular de ACARA. "Ellos no les pidieron tanto a las fábricas, que les terminaron otorgando un incremento de entre 35% y 38%. Nadie puede pretender un 54%", dijo.Dos años atrás, en 2006, frente a una negociación salarial con las concesionarias que se había trabajo, SMATA decidió llevar el conflicto aguas arriba de la cadena productiva y paralizó todas las autopartistas y las terminales. Aquel clima de conflicto ya comienza a insinuarse en algunas regiones del país, dijo Alvarez. "En las concesionarias de Córdoba ya hay paros de 3 horas por día", agregó, cuyas concesionarias habían sido objeto de un duro escrache, durante la negociación de dos años atrás. "Desde las terminales nos reprocharon que nuestra negociación les terminó complicando sus planes de exportación", recordó.Fuentes del gremio señalaron que el reclamo "es del 50%" y aseguraron que la diferencia entre lo que se les reclama a las concesionarias es mayor a lo que se terminó pactando con las terminales "porque el retraso salarial ya era muy superior". De todos modos, desde fines de 2006 SMATA había negociado con la terminales automotrices el pago de un bono extra, equivalente a unos $ 3.000 por operario. A sabiendas de que era mejor no sacar los pies del plato, Rodríguez acordó que aquel pago figurara como un premio por productividad, si bien en voz baja todos los referentes del gremio aceptaban que se trataba de un ajuste por inflación.


Fuente Clarín


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