27 marzo 2011

LA SOCIEDAD VISTA COMO UN DIVORCIO CONTROVERSIAL

JUSTICIA PARA ALGUNOS

En las largas peleas de un divorcio controvertido cualquiera de las partes que quiere joder judicializa todo, hasta lo mas mínimo. El sistema judicial argentino en su lentitud y en la necesidad de resultados por las partes quiebra por lo general al más débil. Esta siniestra y conocida situación, sobre llevable solamente por aquellos que pueden tener una gran contención familiar y un buen abogado, no es lo mismo por lo que sucede en un país.
El modelo que imponen los Cristinitos, es similar al que cuento, sea lo que sea lo judicializo. El impacto mediático que esto tiene y la imposibilidad de la justicia de resolverlo en tiempo y forma hacen que el más débil sufra el costo de las decisiones y es todo dentro de la ley.
Estamos hablando concretamente de la ley y oportunidad de ejecución de la ley. Estamos hablando concretamente de un fallo como desalojar la toma de Villa Lugano y la reacción del gobierno, estamos hablando del fallo de la corte de reponer al fiscal de estado y la actitud del gobernador de Santa Cruz, estamos hablando de los fondos sin rendir de la campaña del 2007 y la jueza Servini de Cubría, estamos hablando de lo que hace Moyano con la sentencia judicial que prohíbe a taponar Clarín y la Nación, ahora son las familias, no el sindicato y sus trabajadores. Los diarios deberán ampliar la prohibición a las familias, a las amistades y a los conexos, porque si no vendrá la Escuela Científica Basilio Solidaria a Camioneros, o la Federación de Box que apoya a Basile o los Jubilados y Pensionados del Club Comunicaciones. Siempre habrá una excusa para eludir una orden judicial y plantear una situación nueva que no esté contenida en una sentencia que debe ser clara y precisa.
En este marco esta también Chubut, gane quien gane, esta será la estrategia. En este marco sin llegar a judicializar esta la problemática de Vargas Llosa, confundir, atacar, golpear sobre la idea de lo diverso y la posición diferente. Acometer y no huir, no tener piedad, ni aun sosteniéndose en la mentira. Avanzar sobre todo, aun en el engaño como claramente hace Kunkel, o Agustín Rossi, o Diana Conti o el Canca Gullo, o Cabandie o la mescolanza ideológica de La Campora, que ni tienen la más remota idea de quién era y por qué le decían socarronamente “el tío” al dentista de San Andrés de Giles.
Este es el nuevo escenario. La Política es un divorcio controvertido con la sociedad, todo se va a judicializar porque el que se siente más fuerte piensa que el más débil conseguirá quebrar su espíritu y perderá su espíritu de pelea.







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