09 marzo 2011

EL SUR ES AMARGO (LEOPOLDO MARECHAL)

VIAJE AL PAIS DE LA DISPERSION

Gracias a la reposición del Carnaval por parte de Cristina he podido emprender un viaje a mi Patagonia querida, donde pude ver algunos rasgos salientes de lo que son ocho años de gobierno de crecimiento a lo chino.
1) Seguimos pagando peaje en la Ruta nacional nº3 como desde la época de Menem pero la misma sigue igual como antes de la época de Menem.
2) Las comunicaciones son más precarias que en las primeras épocas en que viajaba hacia el sur. Tenía el Ferrocarril Gral. Roca. Líneas Aéreas del Estado, Aerolíneas Argentinas y Austral y el transporte automotor. Ahora llego en Auto o en transporte automotor. El transporte automotor desde la última vez que fui, subió del 100% y fue en el 2009.
3) Cargar nafta en la ruta 3 se ha hecho un problema ya que casi todas las estaciones de servicio de particulares cerraron también no hay grandes cantidades de Shell y Esso. Por lo tanto las YPF son las únicas que subsisten atiborradas de gente dispuesta a cargar, pues es el único lugar donde aceptan tarjetas de crédito o debito, excepto algunos que sobreviven y aceptan solo efectivo.
4) En algunos lugares la cobertura no es completa, donde yo recale solo era de Claro. Había un canal de cable que solía verse con lluvia. No había WI-FI y solo un locutorio tenia internet. (lastima que De Vido no cumplió con poner Wi-Fi en todo el país, sino esto estaría superado).
5) Los adolescentes estaban vagando y sin trabajo y los chicos que iban a la escuela no tenían una notebook. Por el contrario, el aislamiento es tanto que parecen que no tienen idea de nada, más que estar integrados a la Argentina. Cuando a uno le pregunte como dirigirme a un lado, tenia más problemas en explicarme como ir, que prefirió hacerme señas con la palma de la mano con sus diez y seis o diez y siete años.
6) La desertificación de las zonas cercanas a Carmen de Patagones son similares a las de la década del 60 aun estando el CORFO del Rio Colorado cerca y las chacras del IDEVI del Rio Negro todas en manos de hermanos latinoamericanos.
7) Siguen cobrando el peaje por la no intromisión de la mosca y aftosa al sur del Rio Colorado, cada vez es más desvergonzada.
8) La invasión de Porteños (gente de Buenos Aires, no pueden identificar si San Isidro y Caballito son barrios de Buenos Aires), los hace presumir que algo anda bien, porque llegan coches en buen estado, por lo cual cobran precios alevosos en cosas de uso cotidiano. En el lugar donde he estado, una cama 60 pesos por persona, una comida 60 pesos por persona, un kilo de helado 60 pesos. En general la referencia del comercio en un lugar inhóspito y poco agradable para el turismo era 60 pesos por cualquier cosa.
9) No tienen la menor idea de las cosas que pasan en el país. Mucho menos de las cosas que pasan en la provincia en la que habitan, desconocen, no les interesa, no les llega información.
10) El estado general de la población de escasos recursos se ve crecer en la ciudades y o pueblos a gran paso con viviendas precarias en las periferias de los mimos. Hay contrastes alevosos como la cantidad de camiones esperando para cargar grano en Bahía Blanca con la existencia de nuevas viviendas precarias en la circunvalación en las cercanías al puerto Galván.
11) Futbol hay para todos.
12) Con la ley de Radiodifusión no hay contenidos en las ciudades que las viejas radios de los pueblos, ya sea AM o FM, la única que tiene entrada es Continental en la gran mayoría. No hay nuevas radios locales con generación de contenidos así que también hay un vacío informativo con lo que pasa en Buenos Aires. Solo el Teléfono Claro me permitía leer Clarín por internet al menos para tener un indicativo de algunos titulares.
13) Riquelme sigue lesionado.
14) EL pincha le gano 2-0 a Gimnasia y lo vi en blanco y negro en directo.
15) Los caminos de ripio de 1972 siguen siendo de ripio.
16) Volver por la ruta 3 no fue gran problema como volver de la Costa Atlántica, pero de Cañuelas a aquí se siente el encierro de autos que significa el Gran Buenos Aires.
La conclusión es que las tasas chinas han servido para poco en cuanto al crecimiento argentino en el sentido federal y del interior. En cuanto a comunicación e integración, estamos peor mucho más lejos de lo que estábamos antes.




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