02 marzo 2011

LA FICCION DE LA NOVELA, LA FALSIFICACION DE LA REALIDAD Y LA PELOTUDEZ CONGENITA

FEIMANN Y EL CARACTER AGRESIVO CABRON

Feimann se cree que desde la ficción novelesca puede transmitir la verdad distorsionada que pasa por su cerebro. Cuando hace ficción los hechos de TImote, (se trata del fusilamiento de Aramburu, juzgado por un pseudo tribunal revolucionario de Montoneros), cosa que vio la clase media con cierta simpatía por su función en la revolución de la caída de Perón en el 55 y algunos actos vandálicos con fusilamientos incluidos, nos parece que confunde en su trastorno de la justicia inmediata razón con fuerza de ejecución. Los muchachos que hicieron eso, no fueron una justicia revolucionaria, fueron básicamente asesinos, así una corriente de simpatía los libere. Actuaron como asesinos secuestrando y matando a escondidas. Si como ejército revolucionario alzado en armas en defensa de la constitución procedió al juzgamiento y fusilamiento de Aramburu, es obvio que había una confrontación y por lo tanto la teoría de los dos demonios se instalaría ad infintium con perdón de Feinmann.
Pero, Feinmann odia al peronismo, su pensamiento progresista, lo ve solo como una herramienta hacia el socialismo marxista que el sanamente pretende y con todas mis diferencias acepto como valido pero disiento. El gobierno, puesto a rejuntar a todos estos intelectuales de la izquierda progre vernácula, saca a relucir a este caótico librepensador que como Protágoras hace de su pie la anchura del sol. Todo lo que enseña tiene la impronta y el tiente de su ideología. Creo que debería ser así, y no de otra manera. Pero seamos honestos, no es un pensador abierto, lucido y de amplios conocimientos, más bien es un reduccionista. Si leemos a Heidegger, Kant o Descartes, no sabremos nada de los autores, más bien tendremos la visión de Feinmann reducida a su ámbito de cosmovisión filosófica de la realidad. Vuelvo a decir, no va en detrimento de Feinmann. Por el contrario, es una alerta que es un gran promovedor de nombres a leer, pero en ningún caso, como docente es un buen comentarista objetivo de las personas a las que aborda.
Por eso, Timote, rodeado de la ficción novelística, le permite hacer lo que se le canta las ganas, sin el rigor científico de la investigación, puede dar rienda suelta a su imaginación e inducir creencia de que ciertas cosas ocurrieron así, aunque no necesitan ser probadas. Que obran así por la naturaleza psicológica del personaje y por el anacronismo del comportamiento del militarismo rutinario de su estilo de vida.
Feinmann y en el video del post anterior, gracias a dios, goza del don de la contradicción. Denostó, descalificó, cuando de el pide equilibrio y mesura a la hora de evaluar ideas.
En realidad ya a esta hora lo de que quiero debate, ideas y propuestas me lo paso por las pelotas, se lo dejo a Lusito Juez que vive saltando de partido en partido buscando eso. Lo que sí, el reduccionismo hipócrita de Feinmann de que el bloguero es un pelotudo, se lo devuelvo de muy buena leche, hay novelistas e intelectuales que aun gozando de nombre de élite, son unos pelotudos como él. Y aun me escriba para lo que sea, tendré en claro tanto como ayer y como hoy, y como mañana, que es un pelotudo. Lo que si respeto el pensamiento diferente, al menos me lo tengo que aguantar con zapping, es decir cuando lo veo en las clases de mierda que da en el Canal Encuentro me voy a ver cualquier otro Programa.



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