Se queman los vagones comprados a España por Jaime de una manera misteriosa. Se rompe el ala de un avión, el Tango 02, de la Flota presidencial. Se roban balas de la Primer Brigada Aérea de Palomar. Desaparece misteriosamente un helicóptero afectado a la custodia de la costa atlántica. Un grupo de boqueteros rompe las cajas de seguridad del banco Provincia en una sucursal de Belgrano, zona estratégica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ayer asaltan un blindado muy fácilmente en un Banco Ciudad en Parque Chacabuco, debemos pensar como hechos aislados que le están sucediendo a la sociedad como obra de la casualidad. O que una concertación de hartazgos y aburrimiento a los discursos frenéticos del bienestar se manifiestan de una manera alocada contra los emisores con los que despunta un raro 2011. Mire, siempre Ud. elige. Pero evoquemos la consigna que movía a los muchachos estos en la década del setenta: “ La violencia de arriba genera la violencia de abajo”. Lo que pasa es que los que están arriba ahora son ellos. Todo un dato. ¿Debe ser que Duhalde es medio petiso?
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