COMO NO SE SALE DE LA SIN SALIDA
Aumentar la edad jubilatoria a 67 años, como sucede en España, no parece ir a contramano con el aumento de la expectativa de vida del país europeo. Hasta es reconocible que un hombre moderno de la sociedad europea de 67 años se le podría llamar, un hombre joven. Pero a la contra de esta razonable pretensión esta la presión que ejerce la cantidad de desempleo que su índice de 20,33 arroja en esta lectura, que es la más alta de la historia de España desde que se mide. Cercanos a los 5.000.000 de personas en España buscando empleo hacen que la ampliación de la edad jubilatoria haga de tapón. Los que estaban trabajando y a punto de jubilarse no accederán al beneficio y deberán esperar más, ya que el sistema colapsa y no puede dar nuevos pagos. Los que tomarían las plazas de los que accedan a las pensiones, seguirán en la desocupación ya que los otros permanecerán. Quizás lo que quede sea la reducción del horario de trabajo como para generar más puestos. Si para hacer una tarea que ocupaba uno, ahora voy a necesitar dos, es obvio que el resultado final de mi coste será altísimo. Sin contar el valor del Euro con respecto al dólar. Es de suponer que salvo por orgullos nacionales, España intentaría declararse independiente de España y formar una nueva nación libre e independiente, como lo hicimos nosotros en el siglo 19.
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