FOUCAULT Y EL MODELO DE CRISTINA

SALIR DEL DISCURSO HACIA LA REALIDAD

Foucault tiene una visión en su libro Las palabras y las cosas, y en lo tocante al análisis de la pintura de Velázquez Las meninas un punto de coincidencia de la visión del kirchnerismo de la realidad. Que cuando uno lo lee, emociona, la sencillez con que la voluntad de participar en la creación  hace de su soberbia una simple ignorancia. El oleo, cuya técnica depurada de Velázquez no vamos a poner a cuestionar ahora, es una manifestación cabal de su época como desarrollo del vinculo entre el artista y las cortes. En la pintura no solo está la infanta sino, los personajes que la rodean que salvo honrosas excepciones tienen la mirada dirigida al que pinta, es decir sobre sí mismo (todo esto lo apunta Foucault), también y como si esta sencillez no fuera poca ha hecho posar al padre de la infanta, es decir al mismo rey y a la reina en la obra, con los enanos y un bufón. Pero a todo este mundo que sucede en el exterior le ha puesto como marco su estudio y no solo eso, si no que en el fondo de su pintura hay un espejo donde ser ve al maestro Velázquez pintándola, mientras todos sus modeladores están a su disposición.

Velázquez y tal como dice Foucault escribió: Extraña manera de aplicar, al pie de la letra, pero dándole vuelta, el consejo que el viejo Pacheco dio, al parecer, a su alumno cuando éste trabajaba en el estudio de Sevilla: "La imagen debe salir del cuadro". Recibió este consejo.

Bien podíamos decirle a Cristina a la manera de un Velázquez que somete a cualquiera a su obra, que no es nada más que su obra, que su modelo debe salir de su cabeza, quizás podamos entendernos todos un poco mejor y salir de su discurso y su idiosia.