01 septiembre 2010

LA QUE MAS ODIAMOS ES EL PUEBLO

SON DE LO PEOR
La extraña concepción del modelo democrático y lo que es dar debate es realmente el paradigma de la soberbia del kirchnerismo. Solo juegan a ganar. Bilardistas, con el alfiler escondido, haciendo tiempo, pateándola a la tribuna, no importándole la gente, solo piensan en los lauros que obtendrán, mas allá de la manera en que se han obtenido. Esta absurda visión de la política y la patética naturaleza de la visión del humanismo es lo que los hace deleznables. Si lo único que tenemos es el discurso hueco como construcción política y el otro es meramente el enemigo, la realidad es nada más que un teatro de operaciones no una sociedad, con perdón de Laclau y su filosofía del marxismo restituto. Hablar para la gileria como lo hace Tito Nenna como lo hacía en diputados con un discurso diletante, hablar de la Educación Publica, y como se está privatizando cuando el servicio educativo bien entendido empieza por casa, y ellos saben que no están dando lo mejor, ni como maestros, ni como personas vuelve ridículo el ataque a la problemática social y edilicia de las escuelas. No hay dialogo sustentable si el Gobierno Nacional se niega a replantear cómo se financia la educación que graciosamente Domingo Cavallo se sacó de encima. Ahora le pueden pegar a Macri y a todos los gobernadores, inclusive a Alperovich o Capitanich, pero no podrá decir que en educación se está trabajando bien en ningún orden, o más bien en ninguno que haga a una sociedad justa, salvo que la sociedad justa sea la sociedad conyugal gobernante. Los bancos de para bienes. Podrán seguir cargando el costo de sus negocios sobre las vidas y los bienes de su clientela, total Kirchner por intermedio de su bancada los protege. El problema es Clarín. El problema es el papel de diario que usan los diarios que marcan agenda y que publican los casos de salideras bancarias y los pone en primera plana y no ponen todas las conquistas que logra el sacrosanto gobierno de la presidenta Cristina. La paranoia de entrar a un cajero a la noche se la debemos solo a Clarín, nada más, porque en realidad no pasa nada. Las dificultades de andar por la calle en la provincia de Buenos Aires por la noche son solo como se programe el GPS que avisa zona peligrosa, nada más. Pero en el pequeño inventario sacamos las cosas que nuevo reencantamiento de la clase media de los Kirchner nos queda muy, pero muy claro, no les interesa un bledo: el campo, los pobres, los jubilados, los trabajadores en blanco, los trabajadores informales, la seguridad de la gente, los que usan el transporte público, los que usan los ferrocarriles, los que usan el servicio de la educación pública, los que usan los servicios de la salud pública. En suma les importa un carajo la gente, sus votantes, el pueblo. Les interesa, la minería, la banca, Clarín, los fondos del Ansses, la Línea de Bandera y las cosas que dan caja, el resto que nos jodamos. Toda una gloria eso si bajo el manto sacrosanto de la mentira con la que se cubren de los derechos humanos, que en ellos es falso.


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