Lo dificil es no llegar ni a termita
Lo que nos queda claro después de los rumores y ratificaciones de la renuncia de la hormiguita Ocaña, es que la pelea con Capacciolli en la Superintendencia de Seguro de Salud no fue una pelea entre ella y el citado. Sino la obligación de Romper con un aliado de Alberto Fernández y poner a Rinaldi en su reemplazo y eliminar de ese organismo a todo rastro del vínculo con el Gastronómico Luis Barrionuevo. Ahora Moyano que ya logro su objetivo, va por mas. Y se ve que la hormiguita tenía más debilidades que fortalezas. Que cuando uno pone en peso la balanza la muchacha no pesaba un joraca, solo fue el instrumento alcahuete y de apariencia decente, en plena campaña del triple crimen que involucraba a los fondos de campaña de Cristina con que el Kirchnerismo se lavo las manos de sus manejos locos. Ya se olvidaron de los cheques, de los empresarios muertos, y de los medicamentos truchos. Hasta la valija de Antonini Wilson parece que fue en otro siglo por el vértigo que le pone la impronta volátil de la urgencia de generar cosas del gobierno y tapar las cagadas que hace como los gatos. Ocaña si sale diputada, se sentirá agradecida, porque en realidad y la experiencia por el peronismo kirchnerista la fortalecerá muchísimo para saber, si es que recompone su espíritu, para entender que no se traiciona ciertos principios. Solo espero que Carrio no la perdone más, cuando le den una patada en el tujes.
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