16 abril 2011

AHOGAR TODO

POR VIOLENCIA INUTIL



Lo que en otro país fue en su momento Billy Gates, o el de Facebook o algún muchacho lucido de la Informática nosotros hemos tenidos los pibes de Taringa. No sé si fueron genios de la informática pero si crearon un producto para la generación 2.0 que llego a impactar la cultura sudamericana. Unos podrán decir que había piratería, pero se accedió desde un lugar humilde a una serie de conocimientos de software, música, de libros, de manejo de teléfonos, mapas de GPS, intercambio de todo tipo de información y hasta quedaba tiempo para reírse con algún video o fotografía cómica.
Esta llamativa convocatoria que tenia Taringa y los afanes cholulescos del gobierno de seducir a la juventud con su pulida modernidad al pedo empezó a sacar pauta oficial en las páginas de taringa hasta que se dio cuenta que habiendo “temas que por post, levantados por usuarios” podía ser considerado piratería, lo mejor era no involucrase. Así que el gobierno se bajo de taringa y el romance se rompió. Quizás también ha habido otras razones y que uno no conoce, pero parece insostenible que un gobierno subvencione una página donde puedan eventualmente infringiese normas del copyright y terminar con cadenas de juicios por pautar a sabiendas de que ello sucedía.
Taringa igual se las arreglo para sobrevivir con publicidad oficial pero el paso del gobierno fue desastroso. Dejo un vacio letal. Yo taringa no era la misma. Este fenómeno que se apuntara hizo de taringa un juego de niños. Digamos un juego a las escondidas.
La generación 2.0 cada día fue de menor edad y mucho más libertaria. Mucho más guaranga e inexpresiva, e inconsciente de que un medio es una forma de comunicarse no una guerra de impulsos reprimidos.

Hoy taringa no ha tenido la suerte, ni de google, ni de yahoo, ni de facebook, ni de twitter ni de ninguna red social, la inclusión social de los k hace pelota cualquier cosa, hasta lo más simple, el intercambio virtual humano.



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