LA HISTORIA DEL HURRICANE PORTEÑO

DE JUECES, JUSTICIAS Y JUSTICIEROS.

Lo de Macri debe ser terrible, pero nadie esperaba que Macri espiara, que Macri investigado por Oyarbide fuera menos celoso en la causa de las escuchas. Claudio Bonadio allano la Obra Social de Moyano, eso no tiene tanta trascendencia, debe ser, que todos dan por hecho que la caja sindical se la llevan los dirigentes y en eso no mienten. Oyarbide tiene un video con Garbellano y un Consejo de la Magistratura con Diana Conti y Kunkel que lo protegen a la distancia y pareciera que les es funcional, como el caso de cerrar la causa de enriquecimiento ilícito de los K sabiendo que los peritos de la corte estaban cuestionados. Pero Lex dura Lex es cosa juzgada. Macri deberá pasar por el mismo juez. Quizás tenga razón Macri u Oyarbide, pero no parece el juez exacto. Si Macri se pone en víctima, tiene con qué. De Bonadio no se sabe tanto como se sabe de la intimidad de Oyarbide, pero si trascienden cosas de la Obra Social de Moyano, que ante la mera difusión de la escucha telefónica, debería ser intervenida por la Superintendencia. Cosa imposible pues el hombre es de Moyano. Sería como escupir el asado. Además, quien sería el interlocutor del gobierno y el proyecto de CGT que necesita Kirchner para acentuar su modelo de ajuste por inflación con dirigentes que a los gritos dicen que en las paritarias corrigen el poder adquisitivo del salario. Nadie más caradura que Moyano en ese sentido. Macri y Moyano puestos en la balanza uno enfrentara, quizás el juicio político de ser procesado, el otro enfrentara el alzar la voz a los gritos de que las corporaciones no cesan de atacar el modelo nacional y popular. En fin, el que se la crea, que saque un ticket para ver la saga de Luna Azul, porque al menos es una fantasía increíble. Vamos a ver 678 si le carga las tintas a Bonadio de trabajar para la corporación de los laboratorios medicinales extranjeros, quizás esté ahí la explicación de tanta persecución a un liderazgo conseguido en las luchas obreras por la liberación nacional. Epsssss suena exagerado ¿no?