y la fama es puro cuento
El hijodeputismo político instaurado desde la asunción del kirchnerismo al poder significa en términos de costumbres, tradiciones y hábitos de convivencia política un barajar y dar de nuevo. Al que le gusta le gusta y que no le gusta me chupa un huevo es la máxima política que el Néstor declama por debajo cuando dice que lo guía el AMOR en los discursos para la televisión pública y para que el público de funcionarios pagos que lo rodea pueda hasta caérsele una sonrisa de dignidad popular e internacional. Pero con esta misma política ha llegado a su propio límite, el 28 de Junio donde la sociedad en una mayoría que supero la adhesión de Perón al SI, le dijo NO. En un 74 por ciento le dijo un NO rotundo, no lo queremos. Está claro, que desde la estrategia del hijodeputismo político abrió todas las variantes posibles para cagarse en todos. Candidaturas testimoniales. Candidato por Buenos Aires, inflar candidatos como el intendente de Morón que le son leales bajo cuerda, un Pino Solanas que tiene soterrado a Claudio Lozano que voto más por Kirchner que en contra. Inclusive después de la derrota de Junio, el apurón por todas las leyes que ha sacado, el incomprensible sostenimiento de ocho años de emergencia económica cuando según el propio discurso del concubinato político da que al país le va de puta madre, pero seguimos en emergencia, seguro que por la pesada herencia recibida y que en ocho años poco se ha podido hacer, por eso nos tomamos dos más fuera de toda norma para asegurarnos el manejos de los fondos públicos. Bien, en consideración a todo esto. No hay reglas. Ninguna regla. Como decía el general Perón en términos políticos, al enemigo, ni justicia, aquí no hay que conciliar, consensuar, ni perdonar. Deben ponerse en el lugar que corresponde. Perdieron, lo admitan o no lo admitan. Unidad y a la cancha. El resto es verso.
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