LO QUE VIENE, LO QUE VIENE.
Román Riquelme es la demostración de lo que es la sociedad argentina. Cuestionó a Basile, luego a Maradona, luego le dijo al periodismo y en especial al de C5N que no se meta en lo que ganaba porque había sufrido el secuestro de un hermano, en el día de hoy nos enteramos que le prohíbe opinar al mellizo. Antes venía de España corrido del Barcelona, peleado con el Villarreal. En realidad no lo conforma nada, sólo que se haga lo que quiere. Los argentinos cada día nos parecemos más a Riquelme. Cuando uno ve los noticieros, cuando uno escucha las radios, cuando oye las posiciones de los distintos partidos políticos se da cuenta de que es imposible solucionar cualquier cosa en estos términos. Es imposible para nadie, aún en el respeto de la diversidad, encontrar la convergencia de una idea fuerza que compatibilice los intereses de lo público, la necesidad espacios verdes de una ciudad, las necesidades de una nación macrocefálica y asediada por la falta de una planificación adecuada en todas su políticas, ya que, una irracional apertura inmigratoria impide una planificación de otras áreas como salud, educación, vivienda, espacios verdes, trabajo y cualquiera que se precie para una comunidad organizada.
Estamos y aunque sea la recurrente la imagen como la gata Flora, la solución de los problemas para la ocupación del parque Indoamericano parece a esta altura imposible. Cambiamos el realismo mágico por el realismo fáctico. Son 130 ha. que nadie las está usando, qué otra cosa podemos hacer que dárselas a los pobres. Es obvio, en este contexto, que el sentido común está operando equivocadamente. Y que para desconsuelo de los que aún creen en la constitución nacional y en la ley, el desorden y el caos nos ha ganado. Es bajo el disfraz de la necesidad y de la inclusión donde el país no camina hacia una mejora calidad de vida, sino hacia un proceso de adaptación sistemática a un cambio donde parece que la caída es infinita.
El peronismo, era esa política, que basada en un humanismo prometía como objetivo final, la felicidad del pueblo. Sobre esta idea se motorizó uno de los cambios más importantes desde la creación de nuestra nación como sociedad organizada. Y fuimos prósperos, porque era claro U el objetivo.
En semejante confusión, donde nadie cree en nada, donde las ideologías aparecen como un pertrecho de mentiras para ayudar en la supervivencia, y no para acompañar el significado de la existencia, individual y/o colectiva es donde se apaga la llama del sol que ilumina el centro de nuestra bandera.
Riquelme puede ser que el domingo juegue contra Gimnasia de La Plata, también puede ser que no pueda los próximos 28 partidos, total es ídolo, de fondo todo le chupa un huevo. También así nos va en Soldatti. Puede ser que el domingo el predio esté desocupado, o puede ser que en un año haya un caserío insoportable de hasta cinco pisos. Eso sí, creo que a todos nos chupara un huevo.
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