13 febrero 2011

OCAÑA Y LA MAQUINA DE HABLAR PAVADAS

HABLAR SIN TON NI SON


Cuando arranca la ley 18.610 que se le sacara a la dictadura de Ongania, por parte de los gremios participacionistas especialmente, ya existían algunos Institutos Médicos de Obra Social, como el de los Bancarios, el Vidrio, Ferroviarios, y algún otro que me pueda olvidar. Lo que se reconoció es que a través de CONVENIOS COLECTIVOS DE TRABAJO y conforme a la ley 14250 se recaudaran fondos para dar prestaciones medico asistenciales y dar una parte para turismo social. Queda claro que lo que el Estado reconocía es su incompetencia para dar un servicio de salud gratuito y dejaba en manos de los sindicatos esa tarea. El mecanismo recaudador era el convenio colectivo de trabajo firmado por una asociación Sindical con Personería Gremial y su inscripción en el Instituto Nacional de Obras Sociales INOS. Recién bajo el régimen de la dictadura Militar de Videla se le dieron a estos fondos el carácter público. Ya que eran fondos convencionales, y pertenecían a las organizaciones gremiales. Esto era una forma de apretar por parte de los militares a las organizaciones sindicales que no estaban intervenidas. Las que estaba intervenidas se las liquido en todo lo que fue turismo social, ya que prácticamente se limito a servicios Medico Asistenciales y se quito el turismo de rubro. Hoy la Superintendencia del Servicio de Salud no habla de ninguna prestación de turismo social. La dictadura militar desmantelo o mal vendió las infraestructuras de la hotelería de los gremios perteneciente a las obras sociales. Les obligo a llevar patrimonialmente separados  las contabilidades y el inventario, y  además les cambio los nombres para desindentificarlas. Cuando se Recupera la democracia y aun Aldo Neri redacto y el congreso aprobó la actual ley del Seguro de Salud, seguían las intervenciones por parte del radicalismo. Solo con el advenimiento de menemismo las Obras Sociales empezaron a normalizarse bajo este nuevo régimen de dictado de un estatuto y nombramiento de autoridades. Toda esta historia viene a cuento porque parece que a Ocaña las obras sociales sindicales nacieron en un repollo y que no son una conquista del movimiento obrero, si no una gracia divina del Estado. Un momento señora. Ud. confunde, las malas administraciones del sistema con el sistema. Ud. confunde barriga con hinchazón. Ud.  no tiene ni la más remota idea de lo que está hablando. Ni de la historia de lo que está hablando. Ahora bien. No es cuestión aquí de renovemos a los dirigentes de las Obras Sociales, seamos más claros. Digamos que el Estado se haga cargo y bien, de la Salud de la población y no como era en el PAMI que Ud. administró, que era una lotería llegar a una prestación.  Ud. está tomando fondos convencionales convertidos en públicos por la dictadura militar para apretar al movimiento obrero, como si fueran fondos del estado. Porque sepa señora que no hay ninguna obra social sindical que se haya hecho sin tener un convenio colectivo de trabajo que justifique su concreción. Mas con el hospital de autogestión el estado le mete la mano a las obras sociales sin el consentimiento de las mismas con la mera firma del hospital por figurar en el padrón de obras sociales el beneficiario sin saber si esta dado de baja por falta de actualización del mismo. Por lo tanto, Ud. que confunde APE con Superintendencia, y que cree que porque pueden ser amigos la estructura es la misma, parece que más que Ministra de Salud, fue enfermera. Vaya y aprenda un poco de historia y leyes antes de hablar en público, y no es para defender a nadie en especial, sino porque Ud. cree también, que somos todos idiotas.

Cuando arranca la ley 18.610 que se le sacara a la dictadura de Ongania, por parte de los gremios participacionistas especialmente, ya existían algunos Institutos Médicos de Obra Social, como el de los Bancarios, el Vidrio, Ferroviarios, y algún otro que me pueda olvidar. Lo que se reconoció es que a través de CONVENIOS COLECTIVOS DE TRABAJO y conforme a la ley 14250 se recaudaran fondos para dar prestaciones medico asistenciales y dar una parte para turismo social. Queda claro que lo que el Estado reconocía es su incompetencia para dar un servicio de salud gratuito y dejaba en manos de los sindicatos esa tarea. El mecanismo recaudador era el convenio colectivo de trabajo firmado por una asociación Sindical con Personería Gremial y su inscripción en el Instituto Nacional de Obras Sociales INOS. Recién bajo el régimen de la dictadura Militar de Videla se le dieron a estos fondos el carácter público. Ya que eran fondos convencionales, y pertenecían a las organizaciones gremiales. Esto era una forma de apretar por parte de los militares a las organizaciones sindicales que no estaban intervenidas. Las que estaba intervenidas se las liquido en todo lo que fue turismo social, ya que prácticamente se limito a servicios Medico Asistenciales y se quito el turismo de rubro. Hoy la Superintendencia del Servicio de Salud no habla de ninguna prestación de turismo social. La dictadura militar desmantelo o mal vendió las infraestructuras de la hotelería de los gremios perteneciente a las obras sociales. Les obligo a llevar patrimonialmente separados  las contabilidades y el inventario, y  además les cambio los nombres para desindentificarlas. Cuando se Recupera la democracia y aun Aldo Neri redacto y el congreso aprobó la actual ley del Seguro de Salud, seguían las intervenciones por parte del radicalismo. Solo con el advenimiento de menemismo las Obras Sociales empezaron a normalizarse bajo este nuevo régimen de dictado de un estatuto y nombramiento de autoridades. Toda esta historia viene a cuento porque parece que a Ocaña las obras sociales sindicales nacieron en un repollo y que no son una conquista del movimiento obrero, si no una gracia divina del Estado. Un momento señora. Ud. confunde, las malas administraciones del sistema con el sistema. Ud. confunde barriga con hinchazón. Ud.  no tiene ni la más remota idea de lo que está hablando. Ni de la historia de lo que está hablando. Ahora bien. No es cuestión aquí de renovemos a los dirigentes de las Obras Sociales, seamos más claros. Digamos que el Estado se haga cargo y bien, de la Salud de la población y no como era en el PAMI que Ud. administró, que era una lotería llegar a una prestación.  Ud. está tomando fondos convencionales convertidos en públicos por la dictadura militar para apretar al movimiento obrero, como si fueran fondos del estado. Porque sepa señora que no hay ninguna obra social sindical que se haya hecho sin tener un convenio colectivo de trabajo que justifique su concreción. Mas con el hospital de autogestión el estado le mete la mano a las obras sociales sin el consentimiento de las mismas con la mera firma del hospital por figurar en el padrón de obras sociales el beneficiario sin saber si esta dado de baja por falta de actualización del mismo. Por lo tanto, Ud. que confunde APE con Superintendencia, y que cree que porque pueden ser amigos la estructura es la misma, parece que más que Ministra de Salud, fue enfermera. Vaya y aprenda un poco de historia y leyes antes de hablar en público, y no es para defender a nadie en especial, sino porque Ud. cree también, que somos todos idiotas.






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