01 febrero 2011

NI CRISTINA, NI SCIOLI, HE AHI EL PROBLEMA

TRANSVERSALISMO O DIASPORA

Alberto Fernández saca a Scioli como el mejor candidato a Presidente si Cristina se baja. La doble significación de este mensaje es llamativa. Es obvio que Scioli no podría aglutinar la transversalidad de Kirchnerismo. Eso sí, podría ante la eventualidad de presuponer que Cristina se baje de su candidatura reagrupar esa transversalidad mucho mas militante y menos dispersa de lo que va siendo hasta ahora, ya que en la eventualidad de una segunda vuelta el panorama podría complicarse de existir una pelea agobiante entre las líneas internas, como las que se avecinan en la Pcia. de Buenos Aires, un distrito clave como para asegurase las aspiraciones de la presidente para ganar su reelección. Claro está que todo esto hablando en condicional, ya que todos esperamos la reglamentación de ley de internas abiertas, que proclamaran los candidatos. Por lo tanto, sigamos con el razonamiento pero solo a la manera de mera especulación. Scioli, mostrado como la pata kirchnerista en el peronismo federal, que aglutinaría a la estructura del peronismo de los intendentes mas la estructura territorial de algunos caudillos de interior y gobernadores, parece ser un enemigo potencialmente interesante para enfrentar y garantizan un gobierno donde no hay cabida para un proyecto progresista. Ahí es donde el discurso de Alberto Fernández pone el acento. En una aparente defensa, la defensa del primer descolgado que acepto la vicepresidencia en la formula Kirchner Scioli y que “a pesar de todas las humillaciones por las que paso sabe lo que quiere”, está el meta mensaje para aquellos que no se reagrupan y que pelean en espacios horizontales acomodarse, pisándose los talones sin dejarse mover. Quizás ha habido honestidad en Alberto Fernández, no soy nadie para juzgarlas a ellas. Pero de ser militante K, tendría que tener en cuenta eso, que cerrando filas y siendo ordenado, puedo tener expectativas fuera de la reelección de Cristina tener expectativas de participar del poder. En el desbande, la llegada es poco probable, no tienen cuadros que inventar y tienen muchos miedos que ocultar, como son el mismo Moyano. De últimas Alberto Fernández se confiesa iniciador de este proyecto, no se considera ajeno, por el contrario, va por más y pide una vuelta al origen, quizás sea a ese transversalismo que la ausencia de su líder muerto lo vuelva faccioso.

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