Pedro Mairal y la Poesía de los últimos días de la verdad
EL TIGRE
Estoy encerrado por los barrotes oblicuos
del pelaje del tigre.
Mi libertad está en su entraña:
en sentir mi mandíbula capaz de apretar un cuello
y mis cuatro garras ablandando mi peso,
en sentir hacia atrás el espinazo
que va de mi cabeza hasta la cola
que viene por el agua.
Te advierto que el tigre despedaza a la gacela
porque no sabe tolerar tanta belleza.
Te advierto que algún día seré tigre,
tigre como los pájaros.
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