PROGRESISMO ILUSO
El progresismo miope de Lubertino está muy preocupada por la recuperación del Café Richmond. Soy una persona que recuerda con mucho amor y con la tradición de un porteño a este venerable café. Pero una cosa es hablar del patrimonio histórico y otra de cuidar un negocio inviable, cuando hay otras prioridades en la ciudad. Expropiar el Café Richmond es ponerlo bajo la órbita del estado, hacerlo funcionar es otra. No se le ocurre a Lubertino formar una ONG para conseguir los fondos para salvarlo, porque sabe que son muy pocos los que pondrían un peso, eso sí, el estado los tiene que poner vía compulsiva y no importa si se inunda la ciudad o si faltan semáforos, hay baches o escuelas, si hay que dar forros y comprar cafés. Esto es el progresismo violentamente sórdido, que dice, el macrismo no nos da quórum por las redes sociales. Es decir el macrismo; decodifiquemos no quiere gastar en algo, que como negocio es inrentable. Que lo banque la misma progresía, que no o quiere ver como venta de zapatillas.
Esta es la generación de algún culo va a sangrar, y así es como sangran los culos de todos los jubilados, cuentapropistas y aportantes al sistema formal de la economía, el resto se caga de risa.
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