JUGANDO A LAS ESCONDIDAS CON BORGES

UNA MAÑANA DEL 2011

 UNA MAÑANA DE 1649

Carlos avanza entre su pueblo. Mira
a la izquierda y a la derecha. Ha rechazado
los brazos de la escolta. Liberado
de la necesidad de la mentira,

sabe que hoy va a la muerte, no al olvido,
y que es un rey. La ejecución lo espera;
la mañana es atroz y verdadera.
No hay temor en su carne. Siempre ha sido,

a fuer de buen tahúr, indiferente.
Ha apurado la vida hasta las heces;
ahora está solo entre la armada gente.

No lo infama el patíbulo. Los jueces
no son el Juez. Saluda levemente
y sonríe. Lo ha hecho tantas veces.

Jorge Luis Borges

Aquí no es la imagen de la oligarquía de un rey, sino de aquello que el fraude no puede evitar y la estupidez de aquellos que ante el fraude alaban la gesta democrática (la oposición que celebro la maravilla de los comicios, mientras se robaban boletas o ponían a votar mesas en un tercer piso, para que las personas con dificultades físicas no llegaran, Los fiscales, que se supone gente alfabetizada, no tiene la más puta idea de cuáles son sus derechos ciudadanos y nos plantean la gran gesta democrática y la gran reforma democrática en una primarias que no las entiende nadie. Vimos que tardaban en votar más de cinco minutos. Solo a quien le colocaban la boleta en el sobre podía hacerlo rápido y eso no lo denunció nadie. Así vamos a patíbulo, entre perplejos y desconcertados. Pero a ciencia cierta a ser condenados por su injusticia. Como huella estúpida cuando un presidente de mesa se iba a mear se llevaba la urna al baño acompañado de los fiscales con un soldado con un FAL. Es realmente Kafkiano todo.