05 julio 2011

EL MILAGRO ES LA PROPAGANDA

LA PUESTA EN ESCENA DEL HOMBRE QUE VENCE A LA MUERTE

La enfermedad de los dioses siempre tiene finales trágicos, porque a los hombres se los puede endiosar pero en ningún caso son divinidades.
Pueden jugar con la muerte y ofrendarla a la inmortalidad como Correa ante el desafío a la fuerza policial que no se sabe si se le rebelo o monto un rollo, las operaciones de Kirchner que al final lo llevaron al óbito por tragarse todos los semáforos en rojo e incluso el ataúd cerrado para que no vean al Kirchner yaciente contra la idea del dios vivo.
Chávez también monto el rollo del dios viviente, el hombre que supera la muerte. Seguro que  muerte, uno de los misterios de la vida humana, así como la hizo subir a las encuestas a Cristina, por su aspecto patético y morboso, y el sostenimiento de esa política desde el tanatos, es deleznable, Chávez ve su veta de convertir su enfermedad en una reentrada, o por el contrario inventarse una terapia de adelgazamiento en una patética enfermedad terminal donde el viketas sobrevive a la muerte como un héroe trágico, para traerle al pueblo más liberación nacional y socialismo.
Como este pensamiento imbécil se basa exclusivamente en la imbecilidad de la percepción de los que son capaces de sostenerlo como plan de acción,  y como contrapartida los imbéciles a quienes les cierra este pensamiento, esos trescientos tarados como dice Aníbal Fernández. Ya que me gusta la idea de tarados para aislar a un grupo amorfo de seguidores de algo, que actúan según su bola.
Sorpresivamente Chávez volvió y sorprendió a propios y extraños como el enfermo terminal, podría recobrase tan rápidamente a una muerte segura para ponerse al frente de la tarea de conducir a Venezuela a su objetivo. En realidad, suena más a una payasada que a un mal. Además, si tiene una enfermedad terminal podría dedicar su tiempo a con grandeza trabajar para Venezuela, más allá del bien y del mal.
Pero no le da, no le alcanza. Todavía hay dictadores extravagantes que crean pirámides para someter a la muerte.




No hay comentarios: