13 julio 2011

DE DIOSES Y HOMBRES

DEL ASCO Y OTRAS RAZONES

No queda más remedio que admitir que la señora tiene razón, la ausencia de su Marido es un vacio imposible de llenar. Se ve que no tiene interlocutor, que no tiene con quien discutir las barbaridades que hace y por lo tanto sus acciones políticas son carentes de aciertos hasta convertirla en un verdadero pato criollo. La única política que le funciona es “billetera mata galán” que es superadora. Tiene además como perversidad aniquilar a sus aliados sin ningún tipo de piedad, y también por default y sin darse cuenta matar a sus más conspicuos seguidores como Hebe Bonafini y la Abuelita Carlotto sin proponérselo con una eficacia que despena. El resto es una construcción retorica discursiva, que hasta puede ser una buena oferta electoral, pero que demuestra que cada día se cree más montada sobre un caballo de bronce, y con un dislate en el coco más cercano a la perdida de noción de la realidad que a los pies sobre la tierra. Todo pasa por los modos y maneras, nunca sobre lo que es. Aun gane, lo que resta es ver el deterioro de Juana, no nos queda otra salida. Porque me gustaría escuchar a Vertbisky denunciar el trabajo esclavo en la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Pero en un esfuerzo maravilloso del discurso razonable, nos diría que es solo una demora en el pago, no una evasión, ya que eso se conoce porque esta todo declarado, es decir no hay mala fe, hay falta de pago. A ver, dígalo como quiera, no pagaban. El trabajo esclavo es aquel que somete al tiempo del trabajador al tiempo del empleador, como por ejemplo ir a las marchas políticas con la premisa de que si no se va, se le descuenta el día completo. En fin, quizás diga que es militancia inducida. Toma de conciencia por reiteración de la consigna. En fin, es nepotismo como encerrarlo en una jaula. Además del plan cooperativas que pagaba el gobierno le sacaban 600 mangos, eso seguro les hizo decir Magneto para destruir a la Fundación. Todos perdieron el miedo y se pasaron a Clarín de un saque. No queda más remedio que admitir, que cada uno que llega tiene un espacio personal e intransferible. No porque apoye a ella sino porque construye por si misma o reciba ayuda de ella misma. Son todas rémoras de un sistema alcahuete y de un exitismo en vías de extinción. No se puede basar tanto éxito en tantos castigados y no creer que eso es mear contra el viento. Salvo que se crean un dios.




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