CON EL ATRIL A CUESTAS

COMO SI SUPIERA GOBERNAR

Presenciar una licitación de vacunas para la gripe A, en realidad se convierte en relevante cuando lo relevante esta desplazado a segundo plano. Una compra que tendría que ser normal de un país que tiene un índice razonable de gripe y como resultado de lo ocurrido la temporada invernal anterior una de las estadísticas más importantes de contagio de la gripe A, comprar las vacunas para no sufrir lo que se sufrió este año que termina nos parece más que razonable, pero para desgracia de todos los argentinos, la presidenta lleva el atril y convierte una licitación en un acto de cómo se administra la cosa pública y nos da una lección de cómo se gobierna lo que no puede gobernar de una manera equilibrada. El resto es cosa de Ud. cuando la vea inaugurando cortando la cinta argentina de una exposición de cuadros, o entregando el estatuto a una cooperativa de manteros, se dará cuenta que lo importante es como la gota que agota romper todos los días las pelotas con un acto de gobierno, donde desde el atril nos dice lo bien que sabe y que gobierna, lo que el pueblo desde el llano percibe que no maneja un carajo. Que las políticas de estado no son cosa de Scioli, los Intendentes o mi abuelita. Que el estado somos todos, inclusive ellos por ser representantes del estado nacional y que su poder trasciende los DNU y el VETO. Que no manejan solo el Consejo de la Magistratura para desalentar a los jueces y los fondos públicos para decidir el futuro de todos.
En realidad son malos gobernando, con atril o sin él. Por el contrario ella con el atril parece un mono con Gillette.