PELITO AL CIELO

EL SINDROME DE BOLIVIA

El gobierno no es que no pueda arreglar el conflicto con el sector del campo, no lo quiere arreglar, lo lleva a la larga, porque quiere ponerse en víctima. En realidad la discusión es la propiedad de la renta y la función del Estado en las ganancias de sus representados, ejecutadas desde un gobierno que ostenta la legalidad. El gobierno se arroga el derecho de pernada y quiere a la hora de la demanda del novio de la muchacha que no lo molesten, que lo dejen a solas con ella, que no se irriten, que no le metan presión, y que dejen al resto de la ciudadanía gozar del ejercicio del gobierno ya que el reclamante solo se ve afectado por la pernada su futura esposa. Cuando la pernada no es para el gobernante sino que ella dará más felicidad al pueblo en la medida que el gobernante dispondrá de más medios internos para mejorar sus capacidades de dar amor. En realidad este discurso es atrofiado. No creemos en el derecho absoluto de estado de fijar la real gabela, por resolución cuando se le da la gana. Si además como dictador de la norma se siente ofendido, al súbdito le debe importar tres pelotas, por lo tanto la sabia conclusión es que quiere meter a toda una sociedad en su propio discurso envenenado de la confrontación en nacionales y populares y oligarcas. Me quedan en el oído a la Sra. Diciendo en su discurso el otro día, lo voy a decir en popular…. Como si ella tuviera un discurso popular y otro culto. Es evidente que este fallido es que habla de un lenguaje para unos y un lenguaje para el vulgo, (debe ser así). Porque no se puede creer que a esta altura hipotecando el futuro de la agricultura y ganadería del país, deban intentar seguir estudiando el tema para ver si una resolución causa efectos terribles “a futuro”, cuando todo el mundo le está diciendo, que es lo que pasa. Y piensan que es una agresión golpista, o como Braga Menéndez ve la salida en el Tren Bala. Sres. y Sras. Uds. me dirán que Chacho Álvarez traiciono a medio mundo, es cierto y el blog lo ha dicho muchas veces, pero en este momento no está traicionando a Kirchner cuando dice que comete errores. No necesita que lo subvencione Clarín para ver lo obvio. Y eso que cobra el salario del miedo del gobierno por su posición en el Mercosur.