20 febrero 2008

LA CIUDAD Y LOS PERROS

PERRO QUE MUERDE NO LADRA


Leo esta mañana el artículo de Morales Sola y veo que Guillermo Moreno, el Artífice del Índice de Inflación es para el periodista como el Miguel Ángel Buonarotti del mismo. No voy a discutir sobre el análisis de tan reputado periodista, pero me parece que convertir a Rin Tin Tin en Prometeo capaz de robarle el noús a Zeus es realmente un atrevimiento que un lector comedido no puede soslayar. Guillermo Moreno sobrevivió a las peleas con Lavagña, Miceli, Peirano y ahora confronta con Lousteau no solo por su capacidad de oratoria, discurso racional, presencia académica o su 1911, 45 mm presta, sino más bien, porque desde el poder real algo lo sostiene. Podemos revisar, sin demasiada investigación y complicación, el problema. Cuando fue la asunción de Cristina había que darle credibilidad al sistema de medición del INDEC. Por aquel entonces, por favor la memoria no es de cinco años, es de dos meses, Moreno estaba ido de gobierno, la Presidenta no lo quería. Se traería el modelo Norteamericano de medir la inflación para que no impactara los gastos estacionales que tanto habían desvivido las políticas económicas, como resultado de medir productos como los derivados de la frutihorticultura. Perfecto. Moreno fue confirmado en la plantilla de Gobierno. El sistema mostro complicaciones de aplicación, y se postergo la implementación, se siguió con el sistema Moreno, y ahora Moreno es patrón y sota. La inflación sigue a un ritmo pequeñito, pequeñito que nadie le puede creer. Para colmo con el relativismo nominalista de Alberto Fernández dice: Que nadie quiere esconder la inflación real, "muchos quieren mostrar una inflación infinitamente mayor a lo que objetivamente es” (Cita de Clarín de hoy). Es así, para no darles la razón a los que dicen que la inflación es altísima yo les contrarresto con la mía, que no se sabe si es verdadera o falsa. Es la mía, como la de él es la de él. Palabra de autista. Por eso, no le creo a Morales Sola cuando dice que el autor del Índice de Inflación es Moreno, el ideólogo, el pergeñador, simplemente, es apenas el demiurgo, el mediador, entre la pauta y la realidad. Rin Tin Tin acepta el Dogui y el chasquido de los dedos del amo.

2 comentarios:

a.f dijo...

Es lo mismo que con De Vido, los tipos son soldados. De última sirve a la construcción de un discurso donde decimos que Cristina gobierna, le tiramos los palos a ella por no domesticar a Moreno. Mientras tanto Procusto sigue cortando tranquilo en Puerto Madero. Un abrazo

Unknown dijo...

Por el titulo de la novela de Vargas Llosa pensé que era una crítica la forma de vida y cultura castrenses que mutilan el desarrollo personal de los cadetes, imponiéndoles valores como agresividad, valentía, hombría, sexualidad... sin embargo creo que la similitud puede ir por demostrar lo complejo y contradictorio que puede ser un sistema vertical de valores de los gobernantes de turno…., ajustar la realidad a las leyes o, a la inversa, someter las leyes a la realidad con tal de lograr sus objetivos.