CONFUNDIR ESTADO CON ESTE GOBIERNO ES UNA MALDAD INFINITA

PURO VERSO

Somos tan pelotudos que cuando dicen que el Estado tiene que cuidar el dinero de los Jubilados invertido en las empresas privadas tenemos que entender que eso significa que tenemos que cuidar que el gobierno tiene ganas de tener injerencia en las políticas de inversión en las empresas privadas. Es entonces fuera de todo discurso elocuente nacional y popular el gobierno el que quiere tener injerencia y no el Estado, ya que el estado tiene alcance jurídico más amplio que el poder ejecutivo. Lo puede hacer vía de las Auditoria, vía del Congreso, vía de la Justicia, y de una misma mesa de jubilados, que no le cuidan mucho el ingreso, en otros rubros, que bien podrían también tener opinión sobre el destino de sus fondos, hoy día, no tanto en el mañana.

Este discurso tan bonito, tan elocuente, tan nacional y popular es tan divisorio de aguas que si me opongo vuelvo a las viejas formulas noventistas en las que quiero que las empresas privadas hagan lo que quieran con los fondos de las AFJP sin que los aportantes puedan hacer valer sus derechos en las inversiones o los directorios. Esta dialéctica de opuestos me chupa un huevo. El gobierno quiere ser él, el que se meta en los directorios. No quiere poner a gente que concurse, gente que sepa, gente que tenga un respaldo de organizaciones de los partidos representados en el congreso, no, un carajo, son de ellos o mierda.

Por lo tanto se pueden ir a cagar sin tener que ponerme en la vereda de la defensa de la empresa privada a ultranza. No me pongo el sayo de anti nacional y popular por la mera situación que no acepto el discurso descomunal y destructivo del gobierno a fin de meter basa en donde quiera. Todo lo que toco lo marco con su impronta de conflicto y de desgobierno. Por lo tanto, no creo, no lo veo viable, y por lo tanto las consecuencias serán obviamente en contra de los jubilados, ya jubilados, a los que se van a jubilar y contra los aportantes porque se van a fagocitar todo con el decretito de necesidad y urgencia que saben que van a paralizar en el congreso.