22 enero 2012

COMETIENDO ERRORES A CARGO NUESTRO

ASI CUALQUIERA

La pauta oficial no solo destruyo a Taringa, sino que también fue aplicada a un sitio donde, y de acuerdo a las informaciones que nos llegan de lo investigado en las detenciones de Megaupload, asociados a lavado de dinero.
Nadie va a sacar una conclusión errónea de lo que aquí se comenta, solo se puede uno dar cuenta el poder destructivo del discurso político oportunista y en búsqueda de una generación de jovenes cuyos móviles eran difíciles para la política tradicional.
Uno puede pensar sobre el coraje de autor de ese desafío. Uno puede también reflexionar sobre la ignorancia e inescrupolosidad de esta gente, que se puede atar a cualquier cosa, puede ser Cobos en un momento, Scioli, por ejemplo, o cualquiera de la Mesa de Enlace para luego descartarlo o tirarlo como si nada hubiera sucedido.
En ningún caso se planteara la cuestión de fondo. En todo caso, saldrá Carta Abierta a velar por la motivación que llevo al gobierno de proteger a los usuarios que estaban en el intercambio de archivos informáticos.
En realidad todos conocíamos a Taringa y porque era núcleo de atracción para una generación vinculada a la informativa. Puesto que para quedarse en Taringa solo hay que vivir enfrente de una PC. Alguna vez y hace un tiempo esto se comento en el blog, y mucho mas cuando en esta versión en joda de la visión de la pseudo ideología del gobierno faltaba ponerle la pauta oficial a Poringa que es la versión XXX de Taringa.
Escrupulos mas, escrupulos menos, el gobierno había depositado sus fondos en Taringa como si en Taringa no pasara nada. Es decir como podría decir el Hacker alemán detenido en Nueva Zelandia, el no pirateaba, solo daba espacios para guardar archivos, y vendía publicidad para sus paginas web. Mas o menos lo mismo, el gobierno podrá decir que no pirateaba, y que solo promocionaba sus acciones de gestión en un sitio concurrido por una generación de argentinos a la que quería tener informada de ello.
En realidad sin Taringa, sin intercambio de archivos, con impuestos pagados a una empresa como Taringa que fue asediada por la justicia argentina y que posiblemente con Megaupload se le aseste el golpe mortal.
El gobierno, que puede hacer en nombre de la legitimidad el voto, cualquier cagada debe estar feliz. La felicidad del gobierno es inversamente proporcional a la felicidad del pueblo que lo conduce. Chau Taringa.



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